F. C. Barcelona
¿Dónde estabas, Paco?
Sin un mal gesto, sin levantar la voz. Ha trabajado en silencio, asumiendo su rol de suplente, a la sombra de la mejor delantera del mundo. Y al fin llegó su gran noche. Ante el Sevilla sintió lo que es triunfar en el Camp Nou. La ovación del público no fue sólo por sus dos goles, también fue un reconocimiento a su paciencia, a su tenacidad. Valverde, consciente del mal momento de Suárez, apostó por colocar cerca al valenciano y acertó de lleno. Muchos ya le habían olvidado, creían que estaba más fuera que dentro. Y de repente su figura ha emergido. ¡Sorpresa! ¿Dónde estabas, Paco? Tanto trabajo, aunque tarde, ha recibido recompensa. Seguro que no le basta para recuperar la titularidad, pero sin duda ha lanzado un mensaje a los que no le tenían en cuenta.
Suárez, espabila
El mal momento del uruguayo empieza a ser preocupante. Su sequía goleadora se alarga demasiado. Su actitud por revertir la situación es incuestionable, pero probablemente esté viviendo el peor momento desde su llegada al Barça. El entrenador sabe que Suárez es intocable, no puede sentarle en el banquillo, por eso el apoyo de Alcácer puede venirle bien para liberarle de tanta presión. El exceso de compromiso con su selección le ha pasado factura. Pero Valverde está sabiendo gestionar el problema con el nueve a la perfección, sin enfadarle, con la misma paciencia que tuvo Alcácer para recibir su oportunidad.
Eficacia total
El fútbol del Barcelona no es brillante. No asombra como en la era de Guardiola, pero resuelve con solvencia y se mantiene como líder sólido en España y en Europa. A pesar de la ausencia de Neymar y la baja de Dembélé, Valverde sigue gestionando a un equipo fiable. Incluso cuando Messi no destaca, la segunda unidad resuelve. Bien por el «txingurri».
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