El árbitro y el VAR amargan el debut de Morata

Había pinchado el Barça y el Atlético estaba ante la gran ocasión de ponerse a tiro de tres puntos si ganaba en el Villamarín con el esperado debut de Morata. Pero «que si quieres arroz, Catalina»... En efecto, esa especie de maldición rojiblanca de fallar en lo que doy en llamar momentos procesales oportunos volvió a aparecer en un partido gris de los dos equipos, pero que lo acabó decidiendo esa otra nueva maldición bíblica de la interpretación del VAR, de si debe entrar o no ante fallos arbitrales de altura.

Un penalti como la Giralda Y ayer hubo uno clamoroso: a Morata le hicieron un penalti como la Giralda y nada por aquí, nada por allá, otra más al limbo de los injustos. El primer tiempo, francamente, fue un tostón. Sin los ausentes Saúl y Koke y con Lemar apagadísimo, el Atlético controló pero sin generar peligro. Y sin que le llegasen balones a Morata. ¿El Betis? Salvo un gran Canales, nada de su juego de toque. Eso sí, hubo un inicial testarazo de Feddal al que respondió el mejor portero del mundo con un vuelo magistral, otra vez «milagros Oblak».

A la desesperada Medié Jiménez no consideró penalti una entrada de Feddal a Morata y el VAR interpretó que no debía interpretar. Luego, Filipe Luis cometió una mano temeraria y esa pena máxima, tan clara como la no pitada antes, decidió el choque. Canales no desaprovechó la oportunidad. Morata, que lo intentó primero como ariete con Griezmann por detrás, no tuvo muchas oportunidades y acabó de doble ariete con Kalinic, a la desesperada el Cholo. Llevaba el Atlético 19 partidos oficiales sin perder (desde Dortmund, aunque los dos empates con el Girona le dejaron KO en los octavos de la Copa) y ayer encajó su segunda derrota liguera desde la de Balaídos. En el amargo debut de Morata...