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El Chiringuito de Pedrerol: Isco y Bale, dos futbolistas en apuros

Esta semana, Isco y Bale han vuelto a disfrutar del fútbol, a ser felices y a sentirse importantes... jugando con España y con Gales. En el Madrid, la situación es otra

Gareth Bale e Isco Alarcón viven sus momentos más difíciles en el Real Madrid
Gareth Bale e Isco Alarcón viven sus momentos más difíciles en el Real Madridlarazon

Esta semana, Isco y Bale han vuelto a disfrutar del fútbol, a ser felices y a sentirse importantes... jugando con España y con Gales. En el Madrid, la situación es otra.

En el Madrid no hay lugar para los futbolistas que bajan los brazos. No hay sitio para los jugadores que se vienen abajo. Ni crédito para los deportistas que se rinden. Para jugar en el Madrid hay que ser un luchador. Hay que crecerse en las situaciones límite. Apretar los dientes en cada circunstancia adversa, en los peores momentos, donde los que valen marcan la diferencia y los que no, se esconden. El Madrid es un club sometido a una enorme exigencia y donde sólo caben los mejores no sólo técnicamente, sino también en el aspecto mental. Tan importante como saber jugar bien al fútbol es ser capaz de dar el máximo y rendir al cien por cien en cualquier situación. Especialmente en las más complicadas.

Con Gales es otro

Esta semana hemos visto al Bale más feliz. Al Gareth más ilusionado, más liberado. Es un jugador distinto. Con su selección se muestra como un líder extrovertido y alegre, como un jugador decisivo e imprescindible. Bale es un futbolista enorme, desequilibrante. Pero le falla algo fundamental: no tiene mentalidad de ganador. En Gales nadie le discute. Allí es el mejor, y punto. Pero en el Madrid es sólo uno más, víctima de las numerosas lesiones que ha sufrido y de su inseguridad. Tras cinco años sigue pasando una prueba en cada partido. Y eso le agota, le desanima y le provoca ansiedad.

Magia con España Isco no muestra esa ansiedad. El malagueño se muestra seguro de sí mismo. Se cree titular. Se sabe titular. Pero todo lo que no sea estar en el once inicial le hace verse maltratado. Isco nunca se ha sentido importante en el Madrid. La competencia con James le ponía muy nervioso. Esa pelea la ganó echándose el equipo a la espalda en partidos complicados en la última fase de la pasada temporada y ahora tiene que pelear contra sí mismo. Está desganado, cansado, desmotivado y, lo peor de todo, pone caritas cuando no es titular. Pero esas caritas no existen con la Selección. Su semblante es otro cuando juega para el equipo nacional. Lopetegui confía en él para el Mundial de Rusia.

Dos «cracks»

Bale e Isco son dos magníficos futbolistas, nadie lo duda. El galés tiene un disparo terrible, una potencia física tremenda, es de los más rápidos del panorama mundial y encima tiene lo más valioso: el gol. Isco, por su parte, posee una técnica privilegiada, y es capaz de encontrar el hueco donde nadie lo ve o eliminar rivales haciendo cosas con el balón que están al ancance de muy pocos jugadores. Es un mago. Son dos «cracks», cada uno a su manera. Pero...

Triunfar en el Madrid

Hace falta algo más que ser un grandísimo jugador para pasar a la historia del Madrid. Hay que sobreponerse a las dificultades continuas, a la presión permanente, a la exigencia máxima, a la competencia feroz, a todo lo que rodea al club. Y dar las gracias cada día por enfundarse esa camiseta y defender ese escudo. Por el Madrid pasan muchos jugadores, pero sólo triunfan los mejores.