El Real Madrid sufre, pero golea

Real Madrid-Alavés

Rotaciones/orden/regalo

Defensa nueva. Varane lesionado. La salida de balón, un conflicto. El medio campo, en cortocircuito. Las consecuencias: finalizar en embudo y falta de profundidad. Isco es el jefe junto a Benzema, que tenía la responsabilidad creativa. En el minuto 30 Karim acepta el regalo para romper un equilibrio que estaban manteniendo los alavesistas.

De la agonía a los aplausos

Físicamente roto. Se pierde el control en la sala de máquinas. Kroos y Modric, desaparecidos. El Alavés, dueño, percute sobre Casilla. La falta de puntería y el portero dejan vivo a un Real agonizante. Los cambios, lejos de ser efectivos, generan la ira del respetable. Pero este Madrid no deja prisioneros. Chispazos de Isco y Nacho para que lleguen los aplausos.

Granada-Barcelona

Una sinfonía andaluza

Sin Leo ¿dudas? Con Busquets y Rakitic a pleno rendimiento para olvidar a su estrella. Los laterales, otorgando amplitud, dan superioridad permanente en el control del juego. El gol tardó para dejar cerrado un choque donde todos brillan a su máximo nivel en el bando azulgrana. Ney y Suárez pudieron golear ya antes del descanso.

La música, sólo de tambores

Salida en tromba del Granada, dispuesto a sorprender: «press», riesgo... Premio. Empate muy tempranero. Mucho tiempo y este Barça no estaba para bromas. Saca el bombo y comienza a percutir. Mismo guión, distintas notas. Mucho más rígido, menos vistoso. Alcácer marca la diferencia. Iniesta pone la calma. Rakitic sentencia. Neymar sella su sinfonía.

Málaga-Atlético

Asalto a Málaga

Asalto prometedor: velocidad, iniciativa... Ficticio. La realidad fue otra. El Cholo recurre al guión «partisano»: no encajar, bunquerizarse (trampa) y paciencia. Las ideas, en Madrid. El juego, una quimera. El Málaga, al desnudo: dominio e inocencia... para morir en la orilla. Cuestión de tiempo. Torres, en las dos únicas intervenciones, certifica la defunción.

Sevilla-Sporting

Sevilla s.o.s... Atrapado

Este Sevilla nos lo han cambiado. Primer acto, desesperante táctica física y psicológicamente. Infranqueable la telaraña asturiana. Todos los errores de los de Sampaoli, a relucir. El Sporting nunca creyó, pero pudo dar la sorpresa. Llegan los cambios y se agita todo: aparecen las ocasiones, Cuéllar lo impide. No es suficiente. Crisis de juego. Esto no funciona.