Fernando, ¿Cuándo vuelves?

Se fue ayer y ya se le echa de menos, la verdad. Casi no quedarán pilotos como él, tipos de esos que compiten hasta dormidos. Ayer, con su carrera en la Fórmula Uno ya definida, aún estuvo persiguiendo como un poseso el último punto, una pequeña satisfacción más para una ambición tan gigantesca como su talento. Fernando se va, pero lo hace con el respeto de casi todos en ese complicado mundo. Ver a Hamilton y Vettel escoltándole tras la carrera fue emocionante. Una señal más de su nivel, una muestra de que se va un piloto que tendría que haber ganado, al menos, tanto como ellos. Pero al igual que su fuerte carácter le ayudó a llegar hasta lo más alto, dos títulos de campeón, también es de justicia reconocer que le privó de lograr un mejor palmarés. Sus elecciones fueron malas, sobre todo la de abandonar Ferrari. Este año, sin ir más lejos, habría sido campeón del mundo. Hasta Fernando lo sabe, pero no lo reconocerá nunca. El orgullo también es una de sus características.

2020. Que Alonso hará todo lo posible para volver a la Fórmula uno es una evidencia. Lo sabe hasta el apuntador, vaya. No se va porque quiera descansar, como dice el propio Fernando y repiten de forma incesante algunos altavoces. Eso no se sostiene porque le encanta el motor, competir y superarse. Se marcha, simplemente, porque McLaren ha sido incapaz de darle un coche decente en cuatro años, uno capaz, al menos, de luchar por el podio. Con un monoplaza competitivo seguiría ahí sin duda. Por eso, si McLaren logra al fin evolucionar, estará en la parrilla de 2020. Aunque el sueño, reconozcámoslo, sería verle otra vez de rojo y luchando por todo. Sería grandioso. De momento, y a la espera de que conquiste la triple corona, gracias por haber puesto a España en lo más alto de la Fórmula Uno.