La pizarra: Zorrilla fue un bálsamo para el Madrid

Los de Solari sufrieron al principio y maquillaron su situación tras el descanso. El Barça llega firme a la Champions, donde el Atlético se la juega ante la Juventus después de cumplir frente al Leganés.

Valladolid - Real Madrid

► Maquillaje para Solari

Un primer tiempo donde se aguantó un temporal, llegó el penalti, las ocasiones, el VAR, un sinsentido sobre el césped. El Madrid deambula. Llega el gol, justo premio. Pero en un balón parado se produce el milagro, empate a uno en un primer acto en el que todo debió quedar sentenciado. El Valladolid perdonó al Madrid y lo pagó tras el descanso. Odriozola pisa área y llega la pena máxima para cambiar las tornas de un partido en el que hasta ese momento los blancos eran desesperantes. Una victoria amplia que no va más allá de un poco de maquillaje y que no conduce a ningún camino. Sólo servirá para salvar la cabeza de Solari al menos durante una semana más.

Barcelona - Rayo

► Un líder incontestable

Llega la Champions. Antes, un Barça dominador frente a una difícil empresa. La trampa del Rayo: diez jugadores en bloque bajo y esperando el error. Control, dominio... Messi y Coutinho avisan, pero después suenan todas las alarmas. Raúl de Tomás, en una acción excelente, siembra el pánico en el Camp Nou. Toca reacción, pero este Barcelona no hace prisioneros. Ya, hasta con la estrategia se impone. Piqué lleva las tablas al marcador. En el segundo acto, el míster inicia la revolución, dando la amplitud necesaria por ambas bandas. Alba y Dembélé siembran el vértigo. Un festival, ocasiones a gogó y el Barça firma un triunfo con la máxima autoridad. Ahora, el examen del miércoles.

Atlético - Leganés

► Pensando en Turín

Primer acto con un único concepto: la nada. Desilusionante, ninguna alternativa, un equipo con la mente puesta en otro sitio. Lo mejor, el final. En cinco minutos se resuelve el trámite, Correa hace lo imposible: inventarse un penalti que sería definitivo. Lunin pone el suspense, casi impide el festejo rojiblanco. Lemar tiró al palo. Punto y final. El Atlético se pone la coraza para que todo lo hiciese el reloj. El público se estremece, vibra, arengando a los suyos para conseguir mañana la eliminación de la Juventus de Cristiano Ronaldo. El Leganés no aprovechó el regalo del espacio, el balón y el tiempo que quedaba. Ante tanta facilidad fue incapaz de inquietar a Oblak. Ya sólo existe la Champions.