Los incendios de Antoine

El 28 de julio de 2014 el Atlético pagó 30 millones a la Real por Griezmann, ese talentoso zurdito francés a quien muchos veían ya cómo el nuevo López Ufarte, la reencarnación de «le petit diable». El padre de Antoine (Alain) y su descubridor (Eric Olhats) ya le habían contado quién fue en su día aquél pequeño genio realista que también jugó en el Calderón. Casi tres años después, todos los focos del fútbol europeo apuntan al único galáctico que realmente asoma en el horizonte. Y Antoine se deja querer sin disimulo por el... Real. Vuelven a temblar el Atlético y el pacto ese no escrito con el Madrid.

Los bomberos

Griezmann incendió la Liga con su gol en el Bernabéu, aunque las llamas no sólo alcanzaron al equipo de Zidane (luego llegarían los bomberos Luis Enrique y Neymar), sino también a su propia gente rojiblanca. ¡Ahhh! ese «no descarto nada» cuando se le preguntó si podría irse al Madrid. O esa portada de «L’Equipe» contando que hay un plan de fuga para 2018. Aumenta la lista de deseos blancos: Forlán, Falcao, Kun, Theo, Griezmann... Ya estamos con la «borrica a brincos».

La joya del Cholo

Le costó entrar en la escuela espartana de Simeone, quien dijo que él y Griezmann estaban «ante un desafío mutuo». Y lo argumentaba explicando que se trataba de un jugador de banda acostumbrado a hacer diagonales, pero del que creía que podía ser más completo si añadía «más trabajo que potencie su conducción». Sobra decir que tres años «cholistas» después, asignatura aprobada con creces. Antoine es la joya del Cholo, del Atlético y en el futuro ¿del Madrid? «Oh lá lá»...