LaLiga Santander

Madrid y Atleti vuelan, el Barça se cae

Madrid y Atleti vuelan, el Barça se cae
Madrid y Atleti vuelan, el Barça se caelarazon

Sin concesiones

Resolver por la vía rápida con los jugones. James e Isco, protagonistas. Quieren gustar. Se ofrecen. 20 minutos de ensueño. Un Real Madrid fluido. Llega el bajón, desorden, correcalles. El Getafe, incapaz de aguantar el intercambio de golpes, preludio de goleada. Así fue. Pincelada de James y Benzema abre el marcador. Isco lo apuntilla.

Trámite...sopor

Sentenciado. Era cuestión de ver cuántos goles caerían. ¿El Getafe se estira? Se «suicida». Conceder espacios y permitir correr igual a tragedia. Cada carrera, casi gol. Llegan los cambios y la anécdota. La cesión para el minuto de gloria de Keylor. Sarabia, un golazo desde fuera del área. James marca; Cristiano, presente y el Real Madrid sigue vivo.

Fulgurante y efectivo

Buscó la salida fulgurante para encarrilar pronto el partido. Koke avisó primero y, más tarde, entre Lucas, Torres y Koke hicieron un gol tempranero. A partir de ahí, comienza a diluirse y a perder intensidad. El Granada se lo cree y el palo salva a un Oblak ya batido. El Atlético, desconocido por el desgaste europeo.

Festival rojiblanco

Lejos de relajarse, el Atlético salió del vestuario de forma brutal para sentenciar cuanto antes. Golazo en una nueva comunicación entre Koke y Torres, la pareja del momento. Fiesta completa en el Vicente Calderón, a la que se unió Correa ante la pasividad del Granada, que no tuvo forma de responder. El Atlético funciona.

Incendio en el Camp Nou

Control total, ritmo, posesiones y 15 minutos de ensueño. Seis ocasiones claras de gol (falladas). Sergi Roberto provoca por la derecha ventaja y desequilibrio. Luego se diluye, se desinfla. De forma intermitente se suceden ocasiones sobre Alves. El gol se niega. Increíble, pero cierto: al descanso 0-2. ¿Toca remontada?

... y Neymar se borra

El Barça salió dispuesto a remontar el resultado con acoso y derribo sobre Diego Alves. La gran actuación del portero, la precipitación, las prisas y la falta de acierto penalizaron a un Barça que tuvo las ocasiones para haber dado la vuelta al marcador, pero le fue imposible. Neymar nunca apareció, no estuvo a su nivel.