Pitos para un tostón

Decíamos en «El Chiringuito» y aquí que había vuelto el «cholismo» en estado puro, el hábitat rojiblanco de estos últimos cinco años de mucho mérito y éxito. Una vuelta de tuerca a los orígenes que genera réditos, sí, pero partidos estéticamente infumables, como ante el Betis. Y el caso es que la salida del Atlético fue fulgurante, efervescente hasta que Gaitán marcó. Un gol que ponía, por fin, en órbita a un jugador que costó unos 25 kilos y que se hacía esperar.

- Cholo y el balón

Pero todo se quedó en gaseosa. El efecto brillante, de ataque inicial, se diluyó hasta que a partir del minuto 20... la nada. Ni señales de humo ni circulación en la media ni toque ni chicha ni limoná. Lo intentó el Cholo metiendo velocidad con Carrasco (por la izquierda para no enfadarle...) y con Gameiro, pero el duelo fue un manojo de nervios para los locales y en un tostón general. El Betis amenazó, pero tampoco ahondó en la grieta del escaso fútbol local. Y al final, también volvió en sala de prensa el Simeone más «cholista»: «El resultado es lo único que importa, miren el Balón de Oro. El que gana siempre es el mejor. Sin resultados no se consigue nada...». Demos la bienvenida al resultadismo rojiblanco, aunque los aficionados silbasen el fútbol tostón.