Punto «feliz» de Champions

Abierto esta semana el debate acerca de lo que es felicidad para Simeone y el Atlético tras la cuarta caída europea frente al inaccesible Madrid de Champions, la realidad liguera llevó al equipo a jugarse el objetivo de mínimos ante un Betis en crisis permanente, aunque con el descenso salvado porque este año los ha habido peores. El objetivo del Cholo era evidente, lamerse las heridas de la eliminatoria contra el gran enemigo y lograr al menos un punto de sutura, ese punto que sellase la tercera plaza, el objetivo de estos últimos tiempos que asegura cierta felicidad y dinero para seguir creciendo.

Ese porterazo

Simeone pidió un penúltimo esfuerzo a sus jugadores, exprimidos todos estos años de regreso a la élite bajo el mando del profeta. Pero no estuvo bien el Atlético y el Betis generó más ocasiones. De hecho, Ceballos, un jugador en la agenda de Simeone, marcó un golazo que luego equilibró Savic en un empate muy protestado porque el balón le llegó de la mano de un compañero. Estaba perdiendo el Sevilla en el Bernabéu, pero por si acaso Oblak (ese porterazo) cerraba la puerta y cosía el definitivo punto de sutura, el punto de la tercera plaza, el punto Champions, el punto feliz...