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S.O.S: ¿Novena renovación?

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S.O.S: ¿Novena renovación?larazon

Tranquilos. Que no cunda el pánico. Esta semana –sin fútbol, ya saben ustedes cómo funciona esto– saltaron las alarmas. A Messi, que finaliza su contrato con el FC Barcelona en 2021, hay que atarlo casi de por vida si el barcelonismo no quiere vivir con el trankimazín sublingual permanente. El club azulgrana sigue haciendo los deberes en cuanto a renovaciones se refiere y tras la de Busquets, ahora falta cerrar bastantes flecos de la de Jordi Alba. Después, D10S. Todo lo que sea imaginar un futuro sin él pone de los nervios. Lógico. Estamos hablando del mejor jugador del mundo y, con toda probabilidad, de la historia del fútbol. Y vive, trabaja y ve crecer a sus hijos en Barcelona. Personalmente, no imagino a Leo en otro lugar. Ha tenido ofertas mareantes y ha preferido no moverse del Barça. Aunque la última renovación costó meses visibilizarla, se produjo la ansiada foto con el presidente Bartomeu y aquí paz y después, gloria. Nunca mejor dicho. El precio de Messi es un cheque en blanco, sí, pero también una vida familiar y personal vinculada a la Ciudad Condal y una estabilidad futbolística que el argentino desea consumar con una Champions esta temporada, como ya ha dicho.

El club y el jugador no tienen prisa pero cualquier movimiento exterior se interpreta como un tsunami allende fronteras. Tranquilidad y buenos alimentos. La claúsula de rescisión es de 700 millones de euros y es posible que la próxima renovación del crack pase por modificar algo en este sentido. El deseo del FC Barcelona es que el final de la carrera del argentino sea en la que es su casa, como sucedió con Puyol. Leo solo tiene un club, y es el Barça, al que llegó en 2004 y con el que ya ha renovado en ocho ocasiones. Ni descarto la novena ni me creo que pueda verle con la camiseta de otro club europeo. Dios está en todas partes y Messi, en Barcelona.