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Sevillanía es guasa, respeto y rivalidad

Sevillanía es guasa, respeto y rivalidad
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Dichosos Sevillistas y Béticos, Béticos y Sevillistas, que tenemos la fortuna de poder disfrutar de este maravilloso mundo del fútbol con la pasión que se vive en la Ciudad de Sevilla y que este fin de semana tuvo su punto álgido con el derbi por excelencia de este país. Cierto que calentó la previa, quizá más por la igualdad con la que llegaban los dos tras años y años de manifiesta superioridad del Sevilla Fútbol Club, muy favorito en derbis descafeinados. Pero este año la situación era bien distinta. El puñetero 3-5 aún sangra. Que después de no recuerdo los años el equipo de Setién esté por delante en la tabla no deja de ser anecdótico.

En la Ciudad de Sevilla convivimos Sevillistas y Béticos sin problemas. En cada familia hay seguidores de ambos, y siempre me gusta poner el mismo ejemplo: ¡la mujer que me trajo a este mundo era bética! Cuando nací, dos horas más tarde jugaba mi equipo... ¡y mi padre se fue al fútbol porque jugaba el hoy cinco veces Campeón de Europa! Este que les cuento no es más que otro ejemplo de cómo nos mezclamos unos y otros, de cómo sentimos el fútbol. Los Béticos quieren que los Sevillistas perdamos hasta los aviones, y los Sevillistas queremos que los Béticos pierdan hasta los amistosos, pero deportivamente hablando. Jamás en el plano personal o humano. Aquí es cuando nace la Sevillanía.

Sevillanía es que los Béticos saluden a los Sevillistas con una manita. Es decir que está prohibido acostarse antes de las 5 de la madrugada tras una manita a tu eterno rival. Es intercambiar tuits entre las cuentas oficiales de ambos clubes con nuestra guasa. Es reivindicar la hegemonía o el color de la Ciudad. Sevillanía es, en definitiva, ponerse la camiseta de los tuyos. Muy lejos queda el insulto, las faltas de respeto entre aficiones o esas agresiones que no conducen a absolutamente nada y que tanto daño hacen a todos. Por suerte, desde la ausencia de Loperas y Del Nidos, las cosas se han normalizado, dejando atrás desagradables episodios como el busto en el palco o la guerra fría que protagonizaron. La Sevillanía es aquel espíritu que sigue reinando en la Ciudad. El que nos unió en el dolor por nuestros Antonio Puerta y Miki Roqué. ¡Y pobre de aquel que quiera romperlo!