La búsqueda del «Santo Grial» generacional le está costando a España tras haber disfrutado de su Edad de Oro futbolística con ese majestuoso centro del campo que formaban Xavi, Iniesta, Xabi Alonso o Silva, a quien anoche se le rindió un merecido homenaje en su tierra canaria antes del duelo contra Bosnia. En eso debe centrarse Luis Enrique. El asturiano tiene ahora un par de años para lograr la clasificación a la próxima Eurocopa, mirando con un candil si es preciso a jóvenes talentos que puedan darle peso a este equipo nacional que no acaba de engancharnos.

Jugador completo

Hay gente que viene pidiendo paso, y hasta valores seguros no ya de futuro sino de rabioso presente pese a su juventud, como Saúl Ñíguez, que está a punto de cumplir los 24 añitos. Hablamos del centrocampista más polivalente del fútbol nacional. Un jugador con llegada y gol desde la segunda línea, muy completo y con el que sí cuenta Luis Enrique, después de que no llegase a jugar con Hierro ¡un solo minuto! en el pasado Mundial de Rusia de infausto recuerdo para todos.

Personalidad

Saúl es un chico que siente la camiseta de España, lo que no es asunto baladí en estos tiempos que corren, que ha pasado por todas las categorías de las selecciones inferiores, un campeón de Europa Sub-19 y subcampeón Sub-21 y que ya ha dejado goles importantes con la absoluta, entre ellos uno en Wembley. Además, ha cogido galones en el Atlético y demostrado carácter, como cuando dijo tras el partido de Leganés que el equipo del Cholo debía ser «más ambicioso», aquel calentón. Así que Saúl tiene que dar un paso al frente, con la humildad que le caracteriza, sí, pero también con la personalidad que demuestra dentro y fuera del campo. Saúl está llamado a ser un líder con la selección española.