Un «penaltito» y al Bernabéu

Entre bajas por lesiones y sanciones (entre ellas la de Griezmann, que había forzado la quinta en la última jornada para llegar limpio al Bernabéu), la convocatoria del Atlético parecía un poema: sólo 13 jugadores del primer equipo y el juvenil Carlos Isaac como titular en el lateral derecho. Faltaba por saber si con tanta ausencia el poema no acabaría en drama, aunque la teórica flojera del Dépor este año espantaba fantasmas.

Salvador Oblak. La realidad es que el Dépor tuvo las mejores oportunidades, una de ellas salvada por Oblak en un mano a mano frente a Lucas Pérez. Al chaval Isaac le buscaban en dos contra uno y no recibía ayudas de un medio campo que sí era el titular (Koke-Gabi-Thomas-Saúl). Pero fue el Atlético el que se puso por delante en uno de esos penaltis para la polémica. A mí me pareció sólo un forcejeo entre Mosquera y Saúl, aunque Trujillo interpretó agarrón y Gameiro ejecutó el «penaltito».

El escudo y Lucas. Transcurrió el partido en medio de gritos puntuales de un sector del público del Wanda Metropolitano («El escudo no se toca»), partidario del símbolo antiguo, no del nuevo. Pero la defensa del segundo puesto estaba sobre el césped, mucho más cuando el objetivo del Cholo era llegar al Santiago Bernabéu con los cuatro puntos de ventaja. Y para asegurarlo salió primero Diego Costa, reservado por precaución tras el gol que marcó con España a Argentina jugándose la pierna. Entró por el juvenil Isaac, Thomas pasó al lateral derecho pero el Atlético siguió sufriendo. Luego metió a Fernando Torres. No había más. Y se salvó el empate otra vez gracias a un cruce espectacular de Lucas, el mejor de los hermanos Hernández, ante Borja cuando éste se plantaba solo frente a Oblak. Así que el Atlético mantuvo el gol a favor y los cuatro puntos de ventaja sobre el Real Madrid. Y el domingo el derbi...