Artistas

«Birillo quiere más»

Las grabaciones demuestran las jerarquías de Fuentes. Es más respetuoso con Merino y cariñoso con Labarta

Ignacio Labarta, socio de Eufemiano, durante el juicio
Ignacio Labarta, socio de Eufemiano, durante el juiciolarazon

El juicio por la «operación Puerto» se convierte en ocasiones en un escenario para el cotilleo. Eufemiano Fuentes no puede evitar reírse al escuchar las conversaciones con su «amigo» Moisés. Tampoco Belda reprime las carcajada mientras los periodistas y el público son desalojados varias veces porque en las grabaciones de la Guardia Civil se tratan «asuntos personales» de alguno de los imputados. Para el «Búfalo» Gutiérrez, uno de los clientes de Eufemiano, la intimidad no parece existir. No hay problema en escuchar que, por error, mandó un mensaje a Eufemiano diciéndole: «Mi amor, me gustaría despertarme contigo cada día». Tampoco hay inconveniente en escuchar cómo se lo cuenta Eufemiano Fuentes entre risas a su mujer, la atleta Cristina Pérez.

Las grabaciones que se escucharon ayer corresponden a los días que van del 12 al 15 de mayo de 2006. Las escuchas demuestran las jerarquías de la «banda». Eufemiano, enfadado con Merino Batres porque se ha ido de puente mientras él está «produciendo» en el piso de Alonso Cano, no le pierde el respeto. Con Ignacio Labarta, sin embargo, la relación es de complicidad. Siempre hay un «cariño» en las despedidas de Eufemiano. «Hasta luego, cariño», bromeaba el doctor a la salida de la sala del juicio con su «socio». «También se lo llama a Merino Batres en una llamada», dice Labarta fingiendo celos. «Tengo muchos cariños», responde Fuentes sin perder la sonrisa.

Pero las escuchas no dejan muchas dudas sobre sus actividades. «Birillo quiere más», le dice Fuentes al doctor Merino en una llamada. Birillo es Basso, que ganó el Giro que se disputaba en aquellos momentos. En otra, más alterado, le reprocha que tiene que dar bocadillos» a Birillo. «Estaba previsto hace muchos meses que este fin de semana le preparábamos un bocadillo. Si no hay salchichón, le pondré chorizo o queso. O mantequilla. Le prometimos un par de polos», lamenta Fuentes.