
Pinto
Contador pierde el Dauphiné, pero hunde a Froome antes del Tour
Talansky aprovecha una escapada de 23 corredores para imponerse en la general

Contador logró su objetivo de batir a Chris Froome en el gran duelo entre los favoritos para el Tour, pero Andrew Talansky se aprovechó de ello para alzarse con la victoria final.
Contador no pudo ganar el Dauphiné, pero los últimos 23 kilómetros de la etapa de hoy, convertidos en una carrera de persecución, le animan a pensar que en el Tour puede hacer algo grande. De eso de trataba, de probar su condición física y demostrarse que vuelve a ser el de antes. Era su última prueba antes de la carrera francesa, la única en los dos últimos meses, y la experiencia ha resultado positiva.
Salió de la jornada derrotado por Talansky. No pudo recuperar el tiempo conseguido por el estadounidense en la gran escapada del día, formada en la primera subida y en la que le acompañaban otros 22 ciclistas. Escondido entre la multitud, fue sumando ventaja más que suficiente para que los 39 segundos de diferencia que disfrutaba Contador fueran inservibles.
Pero Talansky no era el enemigo con el que se queria medir. Alberto estaba allí para probar a Froome, para saber si sigue siendo tan fuerte como el año pasado y si él estaba en condiciones de competir con el keniano. Froome es una referencia para Contador, se trata de superar al último ganador del Tour. Para Froome, Alberto es una obsesión. Desde el comienzo de la temporada no ha parado de lanzar mensajes contra el español. Y cuando no es él, es su novia desde Twitter la que ataca al ciclista del Tinkoff.
Pero Froome se quedó sin respuestas en la carretera. Con Talansky lanzado por delante, el keniano del Sky intentó atacar a Contador en la siguiente ocasión que tuvo, el ascenso al Col de Saisies, para atacar. El español se quedó solo, sin compañeros de equipo, pero no tuvo problemas para aguantar la arrancada del keniano. Su problema era que no encontraba colaboradores para reducir la distancia de Talansky. Froome los tenía, pero en el primer grupo también viajaban algunos de sus compañeros del Sky. Como Mikel Nieve, que terminó imponiéndose en la meta de Courchevel. Sin tener que preocuparse por su líder, liberado para atacar, Nieve pudo disfrutar de la victoria.
Mientras, Froome sufría por detrás. Porque Contador se había quedado sin compañeros y sin paciencia. Y a falta de 23 kilómetros asumió que nadie haría el trabajo por él. Se marchó en solitario y Froome fue incapaz de reaccionar. Convirtió esos kilómetros finales en una carrera de persecución. Una exhibición de ritmo en la que iba cazando rivales incapaces de aguantar su pedaleo. Ciclistas sin aspiraciones y alguno como Nibali tuvieron que conformarse con ver la espalda del ciclista de Pinto. Demasiado rápido para ellos. Demasiado fuerte.
Le faltó tiempo o kilómetros de subida para terminar la remontada. La organización había recortado la parte final de la ascensión, la más dura. Pero, además, Talansky se había guardado las fuerzas suficientes para aguantar la presión de Contador y mantener su ventaja en poco más de un minuto. El que no se había guardado nada era Froome, que llegó hundido a más de cinco minutos del ganador de etapa, su compañero Mikel Nieve. El desastre del keniano le llevó a abandonar la lista de los diez primeros de la general, además de llenar su cabeza de dudas antes del Tour. Contador, que ha sido primero o segundo en todas las carreras que ha disputado este año, es un hombre feliz. "Desgraciadamente, ha tenido que pelear solo, pero ha hecho un trabajo impresionante. Talansky se merece la victoria, pero lo positivo es que Alberto ha demostrado que se encuentra en el estado de forma que queríamos a estas alturas y que está preparado para el Tour", reconoce su director, Philippe Mauduit.
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