Ciclismo
Podía haber sido peor
El Tour decidió no cancelar la crono a pesar del atentado en Niza. Froome machacó a Nairo Quintana, que ya cede tres minutos
El Tour decidió no cancelar la crono a pesar del atentado en Niza. Froome machacó a Nairo Quintana, que ya cede tres minutos
El dolor es mucho más fuerte que todo. El resto de las cosas parecen banales, insignificantes al lado de la barbarie terrorista que se vivió la noche del jueves en Niza. A poco más de 300 kilómetros dormía el Tour. Cada mesa de todo equipo, directores y resto de miembros de la caravana no hablaban de otra cosa que no fuese la galopada a pie de Chris Froome camino del Mont Ventoux. Pero pasada la cena, la barbarie terrorista sacudió a Francia y al Tour. Ayer por la mañana, tras una reunión de emergencia con las fuerzas policiales y la gendarmería y en contacto directo con el presidente de la República François Hollande y el primer ministro Manuel Valls, la ronda gala decide seguir adelante con la etapa del día, la crono de 37 kilómetros .
«No debemos ceder a la presión de los que quieren cambiar nuestro estilo de vida», clama el director del Tour Christian Prudhomme tras la reunión, «vamos a seguir con dignidad». Francia sigue en pie. De intentar empujarla, de hacerla sonreír o al menos abstraerse se encargan el viento, Tom Dumoulin y Chris Froome. Ellos son los únicos protagonistas que caben en la crono. El primero, el aire que hace volar a unos y sepulta a otros, como Purito, «que no sé cómo con mis 58 kilos no me he ido al suelo con el viento que sopla». Ya está a casi seis minutos de Froome.
Froome. Qué decir del soberbio ejercicio suyo, de la elegancia plástica encima de la bicicleta. Por él no corre el viento. Las ráfagas lo mueven. Él es el huracán. Solo un brillante Dumoulin es capaz de arrebatarle el triunfo de etapa, pero eso qué más da. El caso es que el keniano vuelve a castigar a todos. A Nairo ya le aleja en tres minutos en la general, a Valverde en 3’17’’ y a Porte en 4’27’’. Y podía haber sido mucho peor, pues Nairo evitó la catástrofe con una mejoría en la segunda parte, «pero aún así ya estoy muy lejos», reconoce el colombiano.
Así terminó el día más triste del Tour, sin música en la sobra ceremonia de podio, con un minuto de silencio presidido por todos los portadores de maillots y vencedores del día. «Hoy lo de menos es el ciclismo”, admitía Dumoulin antes del minuto de silencio en honor a las víctimas. Un holandés, un keniata, un belga, un inglés y unos cuantos franceses. Todos unidos frente al horror. Dolidos, pero en pie. Como el Tour. Como está toda Francia.
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