Ciclismo

Murcia

El estrés del Tour

Purito resiste malherido tras una caída a 80 kilómetros de meta

Daryl Impey se ha convertido en el primer ciclista africano que lidera el Tour, algo que parecía destinado a Chris Froome
Daryl Impey se ha convertido en el primer ciclista africano que lidera el Tour, algo que parecía destinado a Chris Froomelarazon

MONTPELLIER- Azota el viento en el Tour. Se nota ya desde la salida. Los corredores no salen de los autobuses hasta el último minuto. Todos repiten lo mismo. «Hoy va a ser día de tensión, seguro». Alberto Losada es de los pocos que sonríen, «vaya día para hacer "kitesurf"más bueno ha salido». Al gregario de Joaquim Rodríguez le encanta escaparse por aquí cuando los entrenamientos se lo permiten, a Montpellier, donde en unas horas va a llegar, y alrededores; subirse a la tabla, enganchar las manos al manillar que sujeta un globo y echar a volar por las aguas. Pero ya le avisa su jefe antes de poner rumbo al control de firmas. «Este es uno de los días más complicados del Tour, yo lo tengo marcado como uno de esos especiales en los que hay que estar más atento de lo normal». No se equivocaba Purito.

Voló Joaquim, pero no sobre las olas, como su hombre de confianza, sino por el asfalto, camino de la meta de Montpellier, donde ganó el bruto de André Greipel a Peter Sagan, desquiciado, pues la victoria no le llega, con lo fácil que estaba siendo esto del ciclismo hasta ahora para el fenómeno eslovaco.

Un enganchón a 80 kilómetros con un corredor del BMC acabó tirando al suelo a Purito, pequeñito como es. Se levantó al instante pues «cuando te metes un guantazo de esos te das cuenta enseguida de lo que tienes», contaba. Al cruzar la meta se puso a hacer rodillo. «Qué triste», bromeaba, serio y preocupado como pocas veces el bueno del catalán. «Soy anticosas de estas, pero cuando el desespero te rodea, pues a ver si es verdad que esto me ayuda. He llegado bastante tocado», decía, sin problemas por exhibir su codo y su muslo llenos de rasguños con el "culotte"hecho jirones. «Me duele tanto el cuerpo».

Azota el viento y aun así hace calor en el Tour. Montpellier es una olla, casi tanto como Murcia y aun así sufrió Valverde. «Muerto. Es que no hay más palabras», articulaba. El murciano sigue intacto, pero dos de sus hombres importantes chirrían. Nairo Quintana volvió a caer por segundo día consecutivo «me hice daño en la rodilla», y Rui Costa arrastra molestias en la muñeca.

Peor está Haimar Zubeldia, con un dedo roto y esperando a que llegue la férula que van a moldear sus masajistas para él. Corrió la sexta etapa con más cintas de lo normal en el manillar «y lo he pasado mejor de lo que esperaba», decía al acabar la etapa. Es cuestión de supervivencia. Es cuestión de que «hay que estar más al loro», se lamentaba de su infortunio Purito. «Es el estrés del Tour».