Ciclismo

Gana la etapa del Giro y se va al hospital por un accidente al abrir el champán

El eritreo Biniam Girmay fue el gran protagonista de la jornada de la prueba italiana por sus prestaciones en la carretera y por lo que hizo después

Biniam Girmay se fue al hospital tras dañarse un ojo en la celebración
Biniam Girmay se fue al hospital tras dañarse un ojo en la celebraciónMassimo PaoloneAgencia AP

El ciclista eritreo Biniam Girmay (Intermarché-Wanty-Gobert Matériaux) se hizo este martes con la décima etapa del Giro de Italia, disputada entre Pescara y Jesi sobre 196 kilómetros, en un bestial mano a mano con Mathieu van der Poel (Alpecin-Fenix) en una jornada en la que el español ‘Juanpe’ López (Trek-Segafredo) retuvo la ‘maglia rosa’ de líder.

Girmay atacó de lejos ya en la recta de meta, Van der Poel se fue detrás y le intentó remontar, pero llegó hasta el manillar del eritreo, vio que no podía y detuvo su esprint, con su pulgar hacia arriba felicitando al ‘orgullo de África’, que se estrena en el Giro y en una grande con una victoria de prestigio.

Y es que ambos, Girmay y el ‘extraterrestre’ Van der Poel, sacaron de punto al resto de integrantes de un reducido grupo de favoritos que llegaron a Jesi tras una jornada exigente, sobre todo en una segunda parte de etapa llena de ‘sube y bajas’ con un ritmo y velocidad frenéticos. En la primera etapa, en la ‘Grande Partenza’ en Hungría, Van der Poel ganó el pulso a Girmay, que le ha dado la vuelta a la tortilla en esta décima etapa.

Su problema vino después, en el podio, cuando al abrir el champán, se golpeó en un ojo y tuvo que ir al hospital

Mientras que el Alpecin-Fenix puso un ritmo endiablado en los últimos kilómetros de etapa para intentar desbancar a rivales de su líder Van der Poel, Girmay y el Intermarché esperaron. Las tornas cambiaron, pues en la última de las cotas puntuables, un Monsano (4ª) de 4,1 kilómetros al 4,2 por ciento de pendiente media y rampas del 11 por ciento, fue el Intermarché quien, con Pozzovivo, casi descuelga hasta al apuntador.

Se rompió el grupo de favoritos y quedó reducido con ese buen trabajo del veterano escalador, a quien Girmay riñó por casi dejarle seco. Pero a la postre les salió bien la jugada porque Van der Poel se quedó solo, sin compañeros. Y ello fue lo que hizo que tuviera que saltar a cada ataque --como el de Vincenzo Nibali (Astana)-- y se fuera quedando sin gasolina en las piernas.

Y eso que, a sabiendas que iba sin ayuda, el neerlandés atacó a 5 kilómetros de meta desde un ‘grupeto’ de cuatro que había montado Simon Yates (BikeExchange). Parecía imparable la ‘bestia’, el ‘extraterrestre’, pero por detrás acabó llegando Girmay y sus escuderos. A 3,5 kilómetros estaban todos reunidos, de nuevo.

Tras el intento fallido en solitario de Hugh Carthy (EF), el selecto pelotón pactó luchar por la etapa al esprint, aunque solo el bestial pulso entre dos tuviera lugar y el resto lo miraran, extenuados, metros atrás. Y ahí, en meta, respiró ‘Juanpe’ López, que kilómetros atrás había sufrido para evitar un corte en el grupo, cuando tiraba el Alpecin-Fenix. El español seguirá líder una jornada más.