Ciclismo

Burgos

Mollema aparece dos semanas tarde

El ciclista italiano del Equipo Astana y líder de la clasificación general, Vincenzo Nibali
El ciclista italiano del Equipo Astana y líder de la clasificación general, Vincenzo Nibalilarazon

Casi tres semanas ha tardado el holandés Bauke Mollema en demostrar que sigue vivo. Lo hizo por sorpresa, «reventando» el esprint previsto en Burgos con un ataque largo ante el que no reaccionaron los escasos velocistas que quedaban en el grupo. Se miraron unos a otros mientras Mollema arrancaba unos metros que después fueron imposibles de recuperar. «Era mi oportunidad para atacar con un grupo reducido. He salido a todo gas y sólo he mirado atrás en los últimos 50 metros. Pero en los últimos 500 he sufrido mucho», explicaba.

El holandés, que ya fue cuarto en la Vuelta en 2011, llegaba para disputar la general, pero con el paso de las etapas ha tenido que cambiar de idea. «En la primera semana ya vi que iba a estar muy lejos y me he tenido que adaptar para luchar por las etapas», asegura. Le favoreció que el pelotón hubiera quedado dividido en dos partes. El viento que incomodaba desde la salida en Calahorra fue el peor enemigo para ciclistas como Pinot y Pozzovivo, cortados en el grupo de atrás y perdieron minuto y medio. Los candidatos al triunfo final estuvieron atentos para no perder terreno antes de las tres etapas que deben decidir la carrera, los finales en Peña Cabarga, el Naranco y el Angliru. «Sólo ha habido un día tranquilo, el de ayer», decía el líder, Vincenzo Nibali, en referencia a la jornada de descanso. «Ha habido nervios, pero con la ayuda del equipo lo hemos sabido controlar».

Valverde también agradeció el trabajo de los suyos. «Hay que estar atento todos los días. Sabíamos que con el viento podía haber diferencias», asume. Y más, después de una jornada de descanso. «He sentido las piernas un poco raras, pero me he encontrado bien», dice. Con fuerzas para afrontar hoy el ascenso a Peña Cabarga, un puerto que no conoce. «Me gusta, pero de verlo por televisión. Nunca lo he subido», asegura. Tampoco lo conocía Cobo cuando se jugó la Vuelta 2011 con Froome allí, aunque viviera a escasos kilómetros de Peña Cabarga. «Es un puerto que me gusta», dice Nibali. Hay pelea.