Nibali amenaza y Roche dispara

Sin hacer ruido, el hijo de Stephen Roche, el hombre que arrebató a Pedro Delgado la posibilidad de ganar el Tour en 1987, se ha metido en la pelea por el podio. «Creo que hay diez corredores que estamos a un nivel similar», reconoce.

La lluvia es una rareza en Murcia, pero suele ocurrir al final del verano que la gota fría riega los suelos de la región. La carretera, entonces, se complica para los ciclistas y descensos como el del Collado Bermejo se convierten en un buen lugar para probar el equilibrio de los rivales. Vincenzo Nibali, especialista en bajadas, lo intentó camino de la fábrica de El Pozo en Alhama de Murcia. Pero entendió pronto que el riesgo era superior a los posibles beneficios. «En la bajada había muchas piñas que habían caído de los pinos y he arriesgado lo justo. No me he sentido con ganas de arriesgar», explicaba el italiano. «Ha habido un momento en que sabía que estaba ganando algo de tiempo, pero aún me quedaba mucho descenso y no permitía coger mucha velocidad», añade. Nibali frenó. Prudente. Y Roche siguió por el camino que Vincenzo había abandonado.

Fue casi sin querer. «No estaba planeado lanzarse en el descenso, hasta que he visto que Vincenzo abría hueco. He tratado de juntarme con el resto de favoritos para atraparlo. Me ha costado algunos kilómetros alcanzarle. Luego he abierto un poco de hueco y me he dicho: «vamos a probar, a ver qué pasa». He ido lo más rápido que he podido. He visto que se abrían huecos, así que he decidido darlo todo para conseguir ventaja», contaba el irlandés, que está completando su mejor Vuelta. 29 segundos de ventaja consiguió sobre sus rivales, lo que le iguala con Chaves en la segunda plaza. Sin hacer ruido, el hijo de Stephen Roche, el hombre que arrebató a Pedro Delgado la posibilidad de ganar el Tour en 1987, se ha metido en la pelea por el podio. «Creo que hay diez corredores que estamos a un nivel similar», reconoce. Diez ciclistas que pelean por la general. El quinto puesto de 2013, cuando compartía equipo con Alberto Contador, es hasta el momento su mejor lugar en la carrera española. Aprovechó la ausencia del español para ejercer como líder del Tinkoff. Su posterior fichaje por el Sky tampoco le ayudó a ganarse un sitio entre los mejores. Ahora, en el Bmc se siente liberado y con fuerzas para pelear por todo.

Como José Joaquín Rojas, que quería dejar huella en su tierra. Pero se encontró con un enemigo inesperado. Matteo Trentin, el mejor velocista de la Vuelta, lo acompañó hasta la llegada. Y allí, cuando se trataba de medir la aceleración, el italiano no tenía rival. Marc Soler, el compañero de Rojas en el Movistar, llegaba por detrás, pero no a tiempo de ayudarle. «Ni con Dios bendito hubiéramos ganado a Trentin», reconoce el murciano.