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La pesadilla de Cecilia Sopeña, la "ciclista porno": tras el acoso exige su derecho al olvido

La deportista asegura que ha activado su derecho a eliminar de Internet todo aquello "que ya no refleja quién soy ni cómo deseo ser recordada"

Cecilia Sopeña, ciclista y actriz porno en "Onlyfans"
Cecilia Sopeña, ciclista y actriz porno en "Onlyfans" Instagram

Cecilia Sopeña (Cartagena, Murcia, 36 años), no llegó a ser una ciclista profesional de éxito por dos motivos: fue madre joven y un accidente le hizo cambiar de rumbo en su vida. Pero no frenó su amor por un deporte que la llevó a atreverse con el tremendo desafío que supone la "Titan Desert".

En septiembre de 2022 se se hizo famosa en redes sociales por la aplaudida contestación a un aficionado que la dijo "¡te pesa el culo! Te pesa mucho el culo, ¿te pasa algo?", en plena carrera. "Tira a tomar por culo tú. "¿Que me pesa el culo? ¿Tú sabes lo que he tenido que sufrir toda mi vida con el peso para que tú me digas eso? ¿Compitiendo a nivel nacional y todavía diciéndome que me pesa el culo?", le respondió la ciclista.

Desde entonces su seguidores en redes sociales aumentaron considerablemente y eso la llevó lanzarse a Onlyfans, plataforma erótica en la que arrasa con sus posados y sus vídeos. Cecilia llegó a contar con más de 50.000 seguidores en OnlyFans, donde compartí contenido erótico y sexual que ella misma produce, alcanzando ingresos mensuales estables de 50.000 euros. «Una vez que llegué a 200.000 suscriptores en Youtube me sentía ya fuerte y segura de lo que estaba haciendo, muy animada y a gusto, y dije, ‘voy a liberarme del todo’. Como en Youtube hay cierta censura en los vídeos si enseñas un poquito, pues no monetizas, y dije, me paso a Onlyfans, que ahí ni voy a tener haters ni me van a impedir rentabilizar los vídeos. Iba a ser, efectivamente, una plataforma donde iba a estar más cómoda. Y me desaté», relató en una entrevista a Efe.

Pero Cecilia no solo es ciclista o "actriz porno" como ella misma llegó a definirse sino también madre y profesora de matemáticas en un instituto por lo que su faceta erótica le ha valió un sinfín de criticas a la que hacía oídos sordos. La ciclista lleva años denunciando los múltiples insultos que recibe pero siempre aseguró que que no le frenarían porque se siente una mujer libre.

El acoso que la apartó del deporte

Algo que el pasado mes de marzo cambió de forma drástica. La deportista dijo basta y anunció que dejaba de competir por el acoso que sufría. La deportista pasó por el canal de Twitch de "El Desmarque" donde reveló que "ya no voy a carreras. Paso. Paso de enfrentarme a la gente, a las miradas, a los cuchicheos, a los enfrentamientos... Paso, paso, paso".

La mujer compitió en distintas categorías, tales como pista, mountain bike, enduro, descenso, trial y BMX. Sin embargo, aseguró que "en el mundo de las carreras que no me inviten, que no voy a ir. No me apetece estar en un mundo en el que estén mirándome y cuchicheando. No, No y No. Yo tengo mi pequeño entorno en el que me siento aislada del mundo".

"Estoy dañada por las redes sociales y estoy a la defensiva, pero estoy en mi derecho. No tengo que ser agradable, ni complaciente, ni satisfacer expectativas de nadie... No tengo que hacerlo. Estoy pasada de vueltas", sentenció entonces.

Derecho al olvido

Ahora, la deportista da un paso más y exige su derecho al olvido. En un mensaje publicado en su perfil de Instagram anuncia que quiere cerrar su etapa como creadora de contendidos para adultos y exige borrar su pasado digital como modelo erótica en internet.

"Este mensaje nace desde la verdad de lo que soy hoy. Desde la calma de una mujer que ya no necesita explicar nada, pero ha elegido poner en palabras sus límites. He iniciado una nueva etapa en mi vida: una etapa más consciente, más ordenada, más digna, y profundamente coherente con quien he llegado a ser" comienza afirmando en su mensaje.

"Tengo derecho a proteger mi imagen. Tengo derecho al olvido. En virtud del Artículo 17 del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), he activado con mi equipo legal el derecho al olvido:

el derecho a eliminar de Internet todo aquello que ya no refleja quién soy ni cómo deseo ser recordada. Cualquier contenido que esté siendo difundido, compartido o almacenado fuera de sus plataformas originales y privadas será motivo de acción legal inmediata. Esto incluye vídeos, imágenes, extractos y enlaces que estén fuera de contexto o filtrados sin consentimiento", exige con contundencia en su comunicado.

"No es tiempo de tolerar"

"Ya no es tiempo de tolerar. Estoy en contacto con abogados y expertos en reputación digital. Y a partir de ahora, todo lo que circule fuera de lo autorizado —por mínimo que sea— entrará en un proceso judicial amparado por la ley. No es amenaza. Es orden. Es protección. No voy a cerrar mis cuentas privadas todavía. Algunas plataformas seguirán abiertas durante un tiempo por motivos de gestión fiscal y compromiso profesional. Pero ya no representan mi identidad pública. Por eso pido respeto. Y especialmente, cuidado con lo que se difunde, se comparte o se nombra", añade.

La deportista asegura que no necesita ser entendida y que el desprecio que recibe dice más del emisor que del receptor. "Mi historia ha sido intensa, pero mi presente es limpio. Y mi futuro… mío" sentencia.