Francia
Sagan y sus excentricidades
El eslovaco Peter Sagan está considerado como uno de los ciclistas con mejor futuro del pelotón mundial, pero por sus excentricidades está cerca de convertirse en un personaje discutido, capaz de montar "la mundial"en cualquier momento.
A sus 23 años tiene un brillante palmarés, pero también ha dejado su firma en las líneas de meta o en el podio. Si gana puede entrar haciendo "caballitos"en la bici como los campeones de Moto GP, o se puede convertir en Forrest Gump, en un pistolero, o igual se marca un baile que a veces no les gusta a los rivales.
Quizás por su juventud, se extralimita demasiado. Sus mentores creen que es inmaduro y por eso comete acciones de este tipo, pero en el equipo es una persona respetada y muy querida.
La anécdota "number one"de Sagan la protagonizó en el pasado Tour de Flandes. Cuando subió al podio como segundo clasificado, y cuando le estaban entregando el premio al suizo Fabian Cancellara, no se le ocurrió otra cosa que tocar el trasero a la azafata.
Salida de tono del "Bicho", quien en Twitter se apresuró a pedir perdón. Algunos fans le aplaudieron como autor de una "gracia", pero otros incluso pidieron que le sancionaran. Del lado femenino lo querían "crucificar"directamente. "Acto supino de machismo", censuraron.
Días después, minutos antes de tomar la salida en la Flecha Brabanzona, Sagan regaló un ramo de flores a la azafata, la señorita Maya Leye, quien aceptó el presente. Luego ganó la carrera.
Sagan es un magnífico ciclista, y dará muchos momentos de gloria, pero será observado con lupa porque sus maneras distan mucho de las habituales en el ciclismo.
De momento se abrió un debate gracias al eslovaco. ¿Por qué no ponen azafatos en las pruebas femeninas?. Hay quien considera un anacronismo impropio del siglo XXI que las azafatas sean utilizadas para dar un beso al vencedor y hacerse la foto. El ciclismo cambia. ¿Cambiarán también la parafernalia del podio?.
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