Videos

Un héroe cazado en la meta

El danés Michael Morkov, del Saxo Tinkoff
El danés Michael Morkov, del Saxo Tinkofflarazon

Del ganador, Michael Morkov, nadie se acordará dentro de unos días. Porque el ciclismo es un deporte que se siente y todo el sentimiento en la etapa de ayer lo puso Tony Martin. Su hazaña permanecerá en el recuerdo para siempre. Estuvo escapado desde el primer kilómetro al último, 175 motivos para adorar su atrevimiento. El alemán se lanzó a una contrarreloj eterna cuando el pelotón acababa de abandonar Guijuelo y llegó entero a las calles de Cáceres. «Sólo pensaba en mantenerme en la lucha, en la victoria sólo he pensado en los últimos tres kilómetros. Intentaba llegar con fuerzas, pero nunca pensé que estuviera tan cerca de conseguir la victoria», confesaba. La suya fue una locura de esas que se hacen sin pensar, sin más idea que llamar la atención. Pero la aventura fue creciendo con el paso de los kilómetros y al llegar a Cáceres la ventaja oscilaba entre los ocho y los diez segundos.

Aquello se había convertido en una cuestión personal, en una pelea entre él y todos los demás. Pero sobre todo era una pelea con Cancellara, su enemigo íntimo en las contrarrelojes, que se empeñó en disputar el triunfo cuando Martin ya veía la pancarta de meta. «Pensé que podía ganar hasta que se ha lanzado la llegada», reconoce el alemán, que había sabido mantener su ventaja por el retorcido trazado que atravesaba las calles de Cáceres. Pero Cancellara se lanzó a la caza y todos llegaron detrás; Martin, con vida hasta los últimos diez metros, hasta que las bicicletas empiezan a pisar las pintadas del patrocinador de la llegada en el asfalto. Se dejó ir, derrotado ya, y aun así consiguió ser séptimo. Otro dato que nadie recordará.

«He aprovechado el trabajo de Cancellara», reconocía el ganador de la etapa. «Venía bien colocado en los últimos diez kilómetros, pero en el último me he descolocado un poco y luego he dudado de si había arrancado demasiado pronto», afirma el vencedor, un esprínter por necesidad ante la falta de velocistas y ayudado por los últimos metros del recorrido, con un ligero desnivel ascendente. Su experiencia en el ciclismo en pista le ayudó con la llegada lanzada. «He tenido energías extras para esprintar. Ha sido una experiencia increíble», decía.

Pero lo importante era lo que había pasado antes, como reconocían sus compañeros de pelotón. Una impresionante exhibición de fuerza y de fe. «No era un corredor fácil de coger», asumía Joaquín Rodríguez, todavía admirado por la etapa de Tony Martin. «Si alguien lo podía hacer era él. Ha hecho un trabajo fenomenal para aguantar más de 170 kilómetros escapado», añadía Alejandro Valverde. Y más elogios. «No es que se le haya dejado, es que no había piernas para cogerle», reconocía Flecha. Pero el más expresivo era Samuel Sánchez: «Ha sido un final espectacular. ''A éste lo cogen en meta'', he pensado. Ha hecho su apuesta de manera fantástica y no se ha llevado la etapa de milagro». Morkov levantó los brazos, pero el vencedor fue Tony Martin.