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Barça-Real Madrid, clásico en la Copa: empiezan las emociones fuertes

El miércoles, primer partido de las semifinales (21.30 h) en el Camp Nou. Valencia-Betis, el otro enfrentamiento

Gerard Piqué y Sergio Ramos durante un Barcelona-Real Madrid.
Gerard Piqué y Sergio Ramos durante un Barcelona-Real Madrid.larazonfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@40deb465

El miércoles, primer partido de las semifinales. Valencia-Betis, la otra semifinal

La Copa no es lo más importante, hasta que se convierte en lo más importante. Real Madrid y Barcelona se miden este miércoles en el segundo clásico de la temporada, el primero de los tres que van a disputar hasta el 3 de marzo y quién sabe si habrá más en la Champions. El sorteo de Copa los ha cruzado en un momento determinante del curso, cuando aún no se gana nada, pero se puede perder todo. Además, por el otro lado Valencia-Betis, con el primer partido en Mestalla, se jugarán un puesto en la final

La última vez que se midieron en la Copa fue en la final de 2014, con Ancelotti en el banquillo y con Bale dejando atrás a Bartra, como si el madridista fuera en tren y el defensa azulgrana andando. Ha sido uno de los momentos memorables del galés en el equipo blanco. Después, la Copa se convirtió en una maldición para el Madrid, por errores administrativos o por no saber manejar los tiempos. Enero era una vía crucis, el momento en el que estallaban las crisis con las derrotas en las eliminatorias contra equipos menores, mientras los azulgrana seguían avanzando y ganaban las cuatro Copas siguiente. Es verdad, que luego el Madrid se iba rehaciendo lo suficiente como para alcanzar la final de la Champions y ganarla.

Solari ha cambiado la cara de los jugadores blancos y ahora aspiran a hacer un buen papel en todas las competiciones sin tener que jugárselo todo a la carta de la Champions. Pero la empresa promete. El Madrid juega este fin de semana contra el Alavés, el miércoles contra el Barcelona, el sábado contra el Atlético, el miércoles siguiente contra el Ajax, después recibe al Girona, descansa una semana para jugar el fin de semana contra el Levante. Y acaba el mes enfrentándose entre semana al Barcelona (miércoles 27), el fin de semana al Barcelona, pero en Liga, y el siguiente martes 5 de marzo la vuelta de la Champions contra el Ajax. Si alguien quería emociones fuertes en invierno, ahí las tiene.

El Barcelona también va a tener que hacer un esfuerzo extra ahora: el sábado recibe al Valencia, se enfrenta al Madrid el miércoles y viaja a San Mamés el siguiente fin de semana. Pero la siguiente semana no juega hasta que reciba al Valladolid. Eso sí: después tiene Champions, viaja a Sevilla y el doble enfrentamiento contra el Real Madrid. Tampoco está mal el calendario azulgrana.

Si ambos equipos pensaban en las rotaciones y en dar minutos para no llegar agotados a cuando sí de deciden los campeonatos, no van a tener mucho tiempo para hacerlos. No sólo por la carga de partidos, sino también por la trascendencia de ellos. Van a tener que desgastar a sus mejores hombres en este maratón de fútbol y de emociones fuertes sin poderles darle un respiro. Tendrán que ver cómo hacen para poder recuperar y conseguir que los titulares habituales descansen y que el equipo no baje el nivel competitivo en otros partidos que, en principio, parecen menores.

El clásico, aunque sea en la Copa del Rey, lo marca todo. El primero de la temporada, con Lopetegui aún en el banquillo blanco se saldó con un 5-1 en contra de un Madrid entonces en caída libre sin solución. La ha encontrado y se ha rehecho. Le toca demostrar que ha vuelto a recuperar el espíritu competitivo que por estas fechas, en los últimos años, le lleva a ser el campeón de siempre.