Con el espíritu del 58

El Madrid afronta el final de Liga con la ilusión de lograr el doblete, como hace 59 años, cuando «éramos todos uno», recuerda Santamaría.

«El fútbol ha cambiado tanto», cuenta José Emilio Santamaría, desde el hospital, recuperándose de una operación. «Antes jugábamos en el barro, ahora se juega en billares; antes los porteros no llegaban al centro del campo, ahora llegan a la otra portería; antes pesaban las camisetas...». Santamaría mantiene la cabeza lúcida y sigue disfrutando de ver jugar al Real Madrid. «Es que me gusta todo, nunca me oirás decir cosas malas» y de ver, además, que este equipo está muy cerca de repetir lo que hizo Santamaría y el resto de la plantilla en la temporada 1957-58: conquistar la Liga y la Copa de Europa.

Era la Tercera de las cinco consecutivas que convirtieron al Madrid en leyenda. En la anterior campaña también habían conseguido los dos trofeos, pero ya no se volvería a repetir. La Copa de Europa exigía mucho esfuerzo y desde 1958, el Madrid que ganaba la Liga no era capaz de repetir el triunfo en Europa o al revés. En los dos años siguientes, llegaron la Cuarta y la Quinta, pero la Liga no se volvió a ganar hasta 1961, justo el año que se acabaron las Copas de Europa. Y entonces, el Madrid ganó todas las Ligas que se disputaron hasta 1966, justamente cuando llegó la Sexta, la de los «ye-ye», pero la Liga se la llevó el Atlético.

Esta temporada, sin embargo, en el Madrid lo ven más cerca que nunca. La Champions está a un partido y la Liga, que está sólo a tres, se decidirá en una semana. Mañana, el Sevilla; el miércoles, el Celta y el próximo domingo, el Málaga. Tres victorias dan a los de Zidane el campeonato sin tener que fijarse en nada más. «Vamos a por tres triunfos», decía ayer Modric en un periódico croata. «Ganar la Liga sería un gran plus para Cardiff», añadía el futbolista, que ha vuelto a recuperar su mejor nivel en el momento preciso.

Al comenzar la temporada, ningún miembro del vestuario del Real Madrid escondía que el gran deseo era conquistar el campeonato español, que no logra desde 2012. Tras ganar la Undécima, todos miraban a la Liga. Pero luego pasan los partidos y los objetivos se van redefiniendo. Con la Champions tan cerca otra vez, ahora hay que focalizarse en las dos competiciones. Porque si la Liga sigue siendo golosa, el atractivo de ser el único equipo que repite triunfo en Europa desde que la Copa de Europa se transformó en la Liga de Campeones, es algo que nadie puede disimular en el Real Madrid.

«Todos los rivales son potentes, antes y ahora», sigue contando Santamaría. «Y a medida que ibas ganando todo te querían ganar y eso lo complicaba más», dice el ex futbolista del Real Madrid. Porque el fútbol ha cambiado «y para bien, que siga para adelante», añade Santamaría, pero algunas cosas siguen siendo iguales. «Nosotros éramos uno, no había nadie mejor que nadie. Todos los futbolistas éramos exactamente igual», dice del equipo en el que estuvo junto a Di Stéfano. Y si algo caracteriza a este Real Madrid es que apenas hay diferencia entre los que juegan habitualmente y los que no lo hacen. La plantilla, de la mano de Zidane, se ha conjurado para dejar hasta el final de temporada, las posibles negociaciones o traspasos. Todos son uno pensando en que se pueden repetir un hecho histórico.

Zidane, por ahora, sigue repitiendo que lo que se ha hecho está bien, pero que aún no se ha ganado nada, que queda lo más complicado. El Madrid de 1958, en una Liga de 30 jornadas y cuando las victorias valían dos puntos, llegó a la jornada 23 un punto por debajo del Atlético. Empató en la siguiente y más tarde consiguió elevar la ventaja a tres puntos y aguantó así las cuatro últimas jornadas. La Liga acabó un 4 de mayo, con una victoria ante el Zaragoza. El 28 ganarían la Copa de Europa al Milán. Ha pasado mucho tiempo. Santamaría estaba en el hospital, otros han muerto y otros ya no lo recuerdan con claridad. 59 años después, el Madrid está muy cerca.