F. C. Barcelona
Crónica de un desamor
El jugador, que llegó para sustituir a Messi, acaba comunicándose con el club a través de burofaxes. El tridente del Barça se ha roto
El jugador, que llegó para sustituir a Messi, acaba comunicándose con el club a través de burofaxes. El tridente del Barça se ha roto.
El Barcelona y Neymar ya ni se hablan. La imagen sonriente del padre del jugador, de su agente, Wagner Ribeiro, de Ney y de Raúl Sanllehí, el director de fútbol del Barça, entre otros, en el verano de 2013 después de firmar el traspaso del Santos al conjunto azulgrana queda lejos. Lejísimos. Se habló de una operación de ingeniería financiera espectacular, aunque después acabó en los tribunales. Le habían quitado el fichaje al Real Madrid y a media Europa. Tenían al sustituto de Messi. Se juraron amor eterno, pero como suele suceder en la vida real, y más en el fútbol, eso es una utopía.
La relación con el Barcelona está completamente rota. El miércoles, el día que anunció sus intenciones y se despidió, el club le dio permiso para que no entrenara y para que solucionara sus asuntos, pero no para que pasara una revisión médica, motivo por el que presuntamente viajó a Oporto. Un viaje de ida y vuelta que enfadó al que hasta ayer era su club. La forma de comunicación que tuvieron con el jugador en las últimas horas era a través de un burofax, como captó Efe en una fotografía en la que un cartero acudía a la casa particular del futbolista a entregarle varios. Los teléfonos están apagados entre club y futbolista. Neymar ya es historia en la Ciudad Condal. Se pasó todo el día en su casa esperando a que se desatascara el tema de su cláusula y después se dejó ver en el coche. Hoy comenzará su nueva aventura en Francia, en la que tendrá todos los galones.
En Barcelona se quedan Messi y Luis Suárez. Al adiós que le dedicó el miércoles el argentino se unió ayer el otro compañero de tridente. «Amigo, desearte todo lo mejor en lo que viene. También agradecerte todo el cariño que me diste, por lo que aprendí contigo y por los momentos únicos que pasamos. Sigue así y no cambies nunca. Te quiero hermanito», escribió el uruguayo en Instagram. La conexión dentro y fuera del campo de los tres atacantes fue total, siempre salían juntos a los entrenamientos y a los partidos y entre ellos marcaron 364 goles en tres temporadas. La imagen no se volverá a repetir y Valverde tiene que buscar una fórmula para tapar ese hueco. Se pierde a un fantástico futbolista, pero quizá se ganen alternativas porque ya no es imprescindible jugar con tres delanteros.
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