El Real Betis ha hecho historia al clasificarse para su primera final europea tras empatar 2-2 ante la Fiorentina en el Artemio Franchi, un resultado que, sumado al 2-1 logrado en la ida en el Benito Villamarín, le otorga el billete para la final de la Conference League. El próximo 28 de mayo, el conjunto dirigido por Manuel Pellegrini se medirá nada menos que al Chelsea en el Stadion Wrocław de Breslavia (Polonia), en una cita que quedará grabada para siempre en la memoria de la afición verdiblanca.

Un empate agónico en Florencia

El partido de vuelta ante la Fiorentina fue un auténtico ejercicio de resistencia y carácter por parte del Betis. Los de Pellegrini llegaban a Italia con la ventaja mínima obtenida en Sevilla, pero conscientes de la dificultad de defender ese resultado ante un rival experimentado y con el apoyo de su público.

El Betis salió al campo con personalidad y ambición, dominando la posesión y generando peligro desde los primeros minutos, especialmente con la creatividad de Isco y la velocidad de Antony. Sin embargo, la Fiorentina aprovechó dos acciones a balón parado para poner en aprietos a los andaluces, que vieron cómo el marcador se ponía en contra en la primera parte. Antony, con un magistral lanzamiento de falta, había adelantado al Betis, pero un doblete de Gosens para la Fiore volteó la eliminatoria antes del descanso.

En la segunda mitad, el Betis supo templar los nervios y buscar el gol. Pero no hubo manera y el partido se fue a la prórroga. Ahí, el Betis mostró que era mejor, Abde hizo el tanto y la Fiorentina no fue capaz de superarlo

Un camino memorable hasta la final

La clasificación para la final de la Conference League es el resultado de una campaña europea sobresaliente del Betis. El equipo ha mostrado solidez, talento y una gran capacidad competitiva, superando eliminatorias ante rivales como el Gent, el Vitoria Guimaraes y el Jagiellonia antes de medirse a la Fiorentina en semifinales.

El papel de jugadores como Isco, Antonyy Abde ha sido fundamental, aportando calidad y goles en los momentos clave. El técnico Manuel Pellegrini ha sabido gestionar la plantilla y mantener al equipo en una dinámica positiva, firmando una de las mejores rachas de resultados de la historia reciente del club.

El rival del Betis en la final será el Chelsea, un gigante europeo que llega a la cita tras eliminar con autoridad al Djurgardens sueco. Los londinenses, con un palmarés que incluye dos Champions League, dos Europa League y dos Recopas, buscarán en Breslavia conquistar la única competición continental que les falta y convertirse en el primer club en ganar los cuatro grandes títulos europeos.

Una cita con el destino

Para el Betis, la final representa la oportunidad de poner el broche de oro a una temporada histórica y de sumar el primer título europeo a sus vitrinas. El partido se disputará el miércoles 28 de mayo a las 21:00 horas, con el Betis actuando como equipo local.

La gesta del Betis ha desatado la ilusión entre sus aficionados, que sueñan con ver a su equipo levantar un trofeo continental. La clasificación para la final de la Conference League es un premio al trabajo, la perseverancia y la fe de un club que, tras años de esfuerzo, se ve recompensado con la posibilidad de hacer historia a lo grande.

El 28 de mayo, el beticismo tiene una cita con el destino. Pase lo que pase en Breslavia, el Betis ya ha dejado su huella en Europa y ha demostrado que, con ambición y coraje, los sueños pueden hacerse realidad