Dani Alves sigue en prisión al no reunir el millón de euros de fianza

Dani Alves podrá salir de prisión si paga un millón de euros de fianza, pero como todavía no ha conseguido reunir ese dinero, seguirá al menos una noche más en el centro penitenciario de Brians 2. Allí lleva ya 427 días desde que se decretó la prisión preventiva para él mientras se esclarecía si había violado a una joven en un reservado de la discoteca Sutton de Barcelona en diciembre de 2022.

Finalmente fue condenado a cuatro años y medio por violación y este miércoles, y tras hasta siete negativas del tribunal a permitir a su salida de prisión, la Audiencia Provincial de Barcelona acordó –con la oposición de uno de los tres magistrados– que el exfutbolista pueda salir en libertad a cambio de un millón de euros.

Y en ello está el ex del Barcelona, que estaría intentando reunir el dinero a través de amigos y familiares, tanto en España como en Brasil. Se decía que, como sucedió con los 150.000 euros que depositó para reparar el daño causado a la joven, ese dinero podría acabar aportándolo el padre de Neymar, una persona cercana al exfutbolista. Alves también podría estar buscando un aval bancario a cambio del dinero que debe recibir por un pleito ganado a la Agencia Tributaria.

La Audiencia decidió permitirle la libertad provisional bajo fianza mientras se sustancian los recursos en el Tribunal Superior de Justicia de Barcelona y que fueron presentados tanto por la defensa como por la acusación tras conocerse la sentencia. Cuando finalmente consiga la libertad, deberá entregar sus dos pasaportes, español y brasileño, tendrá prohibido salir de España y estará obligado a comparecer semanalmente en el tribunal. Además, no podrá aproximarse a menos de mil metros de la joven, de su domicilio y lugar de trabajo y de cualquier otro sitio frecuentado por ella, y tampoco podrá comunicarse con la víctima por cualquier medio hasta que haya sentencia firme.

Dos votos a favor y uno en contra

La Sala tuvo en cuenta que la pena que se le ha impuesto «se ha reducido de forma ostensible en relación» a las que solicitaban las acusaciones (el Ministerio Fiscal reclamó una condena de nueve años de prisión y la acusación particular, en representación de la víctima, de doce). El tribunal descarta que haya riesgo de que vuelva a delinquir (esgrime que antes de los hechos por los que ha sido condenado no tenía antecedentes penales) y, aunque admite que persiste el riesgo de fuga (sobre todo por sus «fuerte arraigo» en Brasil), cree que este se ha reducido y «puede ser contrarrestado con otras medidas» menos graves.

Para determinar la cuantía de la fianza, el tribunal presume que Alves goza de «una situación de holgada solvencia económica» por su «dilatada trayectoria profesional como futbolista de élite», pese a que ahora sus fuentes principales de ingresos «hayan desaparecido».

Tanto la Fiscalía como la acusación particular se opusieron a la libertad del exfutbolista porque en su opinión persiste el riesgo de fuga dado que su condena puede agravarse tras los recursos interpuestos. Pero la Sala afirma que «también debiéramos contemplar la posibilidad de que llegara a estimarse el recurso de la defensa» y que Alves «fuera absuelto».

Uno de los magistrados, sin embargo, discrepa del criterio mayoritario del tribunal. En un voto particular, el ponente del fallo, Luis Belestá, defiende que debería prorrogarse la prisión provisional de Dani Alves «con el límite máximo de la mitad de la pena impuesta» (dos años y tres meses de prisión) mientras se resuelven los recursos de apelación. El juez discrepante cree que el riesgo de fuga ha aumentado «con el dictado del pronunciamiento condenatorio y la posibilidad de que dicha condena pueda verse aumentada en sede de apelación, tras los recursos formulados por el Ministerio Fiscal y la acusación particular».