NBA
Los Detroit Pistons vuelven a ganar 29 partidos después
Derrotaron a los Toronto Raptors en un partido dramático y acabaron con la peor racha de derrotas de la historia de la NBA en una temporada
La peor racha de la historia de la NBA ha terminado. Los Detroit Pistons se impusieron a los Raptors de Toronto en un partido dramático (129-127) y acabaron con la racha de 28 derrotas consecutivas que suponen un registro histórico en una misma temporada. "Fui al vestuario porque sólo quería estar con los jugadores y disfrutar. En ese momento estaban todos hablando y entré y entonces Cade (Cunningham) y Jalen (Duren) vinieron y todos nos abrazamos. Simplemente estábamos contentos, mucha gente va a poder dormir esta noche. Los chicos gritaban, yo casi lloraba", aseguro Monty Williams, entrenador de los Pistons.
Su equipo había establecido varios récords negativos en la última semana: el sábado pasado ante los Brooklyn Nets igualaron la peor racha de derrotas en una sola temporada con 26. El martes también frente a los Nets la superaron al alcanzar las 27. El jueves, en un dramático partido en Boston, igualaron la peor racha de la historia, que ostentaban los Philadelphia 76ers que encadenaron 28 derrotas entre el final de la temporada 2014-2015 y el inicio de la 2015-2016. Un tropiezo contra los Raptors hubiese hecho de los Pistons no sólo el equipo con la peor racha de la NBA en solitario, sino también del deporte estadounidense, igualando las 29 derrotas que encadenaron entre 1942 y 1945 los Chicago Cardinals de la NFL.
Pero los Pistons acudieron a su última cita con la historia con menos presión, habiendo mejorado su juego en los últimos partidos, en los que paradójicamente fueron fijando esos fatídicos récords. "Sentimos que estamos muy cerca no solo de ganar un partido, sino de ganar muchos", dijo antes del encuentro el entrenador local, Monty Williams.
Pese a la victoria, los Pistons siguen siendo el peor equipo de la NBA, mientras que los Raptors también están fuera de las plazas que dan acceso a la fase final. "He estado en muchos vestuarios en mi vida y esta fue la primera vez que sentí este tipo, no de alivio, fue más como 'gracias a dios, finalmente'", apuntó Williams.
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