Restringido

«El Barça no existe»

La Razón
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El madridista disfruta de récords y tiempos felices... y de paso se mofa de su eterno rival. «Zubi no se come una rosca y su presidente es un “okupa”. Lo llevan claro». Qué mejor lugar que el barrio de Chamartín para encontrarse con un grupo de merengues eufóricos por la marcha de su equipo. El restaurante La Tragantía es su punto de encuentro habitual y yo estuve allí para pulsar el ambiente a la hora del aperitivo.

A por el Coritiba

Es junto con el Mundialito de clubes el próximo objetivo del Real Madrid. «Tenemos que cazar al Coritiba ése, que tiene el récord Guinness con 24 victorias consecutivas», me decía José Miguel, simpatizante blanco desde hace más de 60 años. Lo bueno es que una cosa va unida a la otra: ganando el torneo en Marruecos, los de Ancelotti estarán un poquito más cerca de hacer historia.

El peor enemigo

«El peor enemigo que tiene el Madrid esta temporada es él mismo», repetía Miguel Chaves mientras agarraba su copita de vino. «Nadie está a su nivel, sólo una pájara o una falta de concentración pueden estropear la temporada». No le falta razón a este joyero de Concha Espina: el Real Madrid funciona como un reloj suizo. Si sigue en esta línea será imparable.

Fichajes

«El mejor fichaje sigue siendo Jesé. Yo no traería a nadie», decía Miguel. Le interrumpía José Manuel: «¿Pero tú has visto cómo tenemos el medio campo? La temporada es muy larga. Ahora, que con Kross casi nos sobra. Es el fichaje de la década». Opiniones para todos los gustos que un camarero cerró con contundencia: «Vosotros dejad hacer a Florentino, que es el que sabe”. Y todos asintieron riendo.

Poesía

Así es como define el juego de su Madrid Javier Oliva, socio compromisario de la entidad, que en un momento dado se puso en plan artista. Yo le preguntaba hasta dónde podía llegar este equipo y él se destapó con la siguiente frase: «Este equipo no tiene horizonte. Simplemente, no tiene límites». Le quedó bonita la afirmación... y poética también.

Iker ha vuelto

Algunos lo tienen muy claro: «Iker ha vuelto, está mejor que nunca, el penalti que saca es decisivo». Aunque el joyero del que antes os hablaba va un poco más allá: «Sí, Nacho... pero no le veo disfrutar. Saca la pelota y no se le ve felicidad en la cara ni en la mirada. Hace tres años que no es él». Los dos llevan parte de razón, pero lo cierto es que el capitán está recuperando su nivel y eso es lo único que importa.