Selección Española

El Bernabéu debate sobre Piqué

Piqué, en el Bernabéu
Piqué, en el Bernabéularazon

Cuando por los videomarcardores del Santiago Bernabéu se cantó el nombre de Piqué antes del partido, parecía que iba a vivir una inesperada noche de paz. Apenas hubo pitos y sí muchos aplausos. Pero debió ser que sus detractores llegaron más tarde o que estaban despistados, porque el resto del encuentro fue un debate sin vencedores y sin final que empezaba cada vez que el central del Barcelona tocaba una pelota: unos pitaban y los otros, para que no se oyesen los pitos, aplaudían. Podía ser una fase del partido en el que la grada estuviese más callada, expectante o aburrida, pero si la pelota llegaba a Piqué, casi todos despertaban. Palmas y pitos, a ver quién se imponía al otro bando. No hay nada como el defensa catalán para animar cualquier momento.

El discurso de los madridistas durante toda la semana para que le dejasen en paz tuvo sólo parte de éxito. El central, mientras, ayer, mantenía la calma y seguía a lo suyo. Atento al corte y mediada la primera parte, llegando al área para rematar de cabeza una pelota que se marchó alta. Fue la única jugada en la que se oyeron aplausos de forma unánime. Después, otra vez el debate. Si cortaba un balón, si controlaba, si hacía un pase corto o largo, cualquier situación nimia o importante generaba ruido en un estadio entregado a Isco y a Asensio, con unas irremediables ganas de fiesta, haciendo la ola, cantando «oe» y dividido en dos con Piqué. Hubo varios momentos en que parte de la grada quiso inclinar la balanza y se puso a corear el nombre del defensa, pero ni la música se adecuaba bien a la letra ni los «enemigos» del central dejaron que ese cántico fuese más allá.

Con los goles de Isco y con el paso de los minutos, el debate perdió decibelios, pero nunca dejó de vivirse.