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El Chiringuito de Pedrerol: Os pesa el escudo

El Chiringuito de Pedrerol: Os pesa el escudo
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El Atlético retrató a un equipo que se ha venido abajo. Ancelotti debe reaccionar y Casillas, asumir sus errores

En el Mundial de Clubes, el Madrid tocó el cielo del fútbol. Los jugadores encadenaron 22 victorias consecutivas y pensaron que eran los mejores, que eran maravillosos, que eran imbatibles, que eran legendarios. Pensaron que eran perfectos. Pero desde entonces, perdieron en Mestalla, el Atlético les eliminó de la Copa y, lo que es peor, les dio un baño el sábado que tardará mucho tiempo en ser olvidado. Un meneo que deja una lección a ese equipo maravilloso, imbatible, legendario y perfecto: para ganar hay que poner intensidad, ganas... y fútbol. Porque el Atlético de Madrid les bailó jugando al fútbol.

Repaso del Cholo a Carletto

Fue un auténtico repaso táctico de Simeone a Ancelotti. Otro más. El Atlético le pasó por encima al Madrid. Los blancos fueron un equipo roto en el Calderón, pero llevan así todo el año. Los rojiblancos les dejaron retratados en lo físico, en lo psicológico y en lo táctico. Un repaso total, línea por línea, de 90 minutos. Y todavía puede agradecer el Madrid no haberse llevado una manita o algo aún peor.

Olvidemos ya el minuto 93

Ancelotti debe dar un golpe en la mesa. Su bonhomía fue fantástica el primer año. Era necesaria. Pero tiene que dar ese golpe ya. Dar cariño, sí. Pero también exigir profesionalidad a sus jugadores. Y ordenar cambios cuando le conviene a su equipo. Y saber reaccionar desde el banquillo cuando hay problemas en el campo. Y anular de una vez la pizarra de Simeone, que siempre se le atraganta. Ha sido incapaz de ganar al Cholo en los últimos seis derbis y tiene que hacer algo con urgencia. Olvidemos de una vez ese minuto 93 en Lisboa.

Lo que significa un derbi

Algunos jugadores no saben lo que significa un derbi, pero deberían. Alguien debería explicarles quién es el Atlético y quién ha sido siempre. Alguien debería hacerles entender lo que significa salir humillado del Vicente Calderón. Fernando Hierro podría servir para eso. También Casillas.

Más autocrítica, Iker

Iker no puede tratar de tapar con excusas su cantada en el primer gol. Tiene que ser más humilde y hacer autocrítica. Reaccionar como lo hizo tras un fallo tan grave no ayuda a mejorar. El aficionado espera una actitud diferente de su capitán. Quiere que reconozca lo que todo el mundo pudo ver perfectamente: que su portero fue un invitado más en la fiesta rojiblanca.

Que la fiesta no tape la realidad

¿Y la fiesta de Cristiano? Fue un error, pero no por la celebración en sí. ¡No podía suspenderla con 160 invitados venidos de todas partes del mundo! Pero tenían que haber sido más inteligentes. Fiesta, sí. Desparrame, no. En cualquier caso, a los jugadores del Madrid hay que juzgarlos por lo que hicieron en el Calderón. La fiesta no debe tapar la realidad de lo que está pasando en el terreno de juego. El escudo no se limpia: se respeta.