Champions League

Atlético de Madrid

El derbi será el próximo

La Razón
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Con varios jugadores clave magullados y otros muchos con las piernas cargadas, el Atlético nunca soñó con la remontada ni peleó por ella en ningún momento. Simeone ideó un once lleno de suplentes y prefirió esperar antes que buscar el milagro. Con la eliminatoria casi resuelta, un objetivo al que mirar era recuperar sensaciones, pero los rojiblancos se sienten raros, no encuentran la afinación que les ha permitido firmar una primera mitad de curso para la historia.

Con el de ayer el Atlético sumó tres partidos consecutivos con derrota y un saldo de siete goles en contra y ninguno a favor. Algo que no puede ser considerado un accidente para un grupo que se ha construido en base a su seguridad atrás y su fiabilidad. Por eso el cuerpo técnico prefiere mirar hacia adelante y olvidar el bache y una Copa del Rey que le ha dejado un mal sabor de boca. Diego Costa tuvo un respiro gracias a las tarjetas y Villa se sigue recuperando poco a poco. También Filipe y lo mismo sucede con Courtois. Volvió a jugar Aranzubia para que los once «soldados» principales del Cholo vuelvan a cogerle el hilo a la temporada.

Ahora viene el Valladolid el sábado para seguir en lo alto de la Liga y después llega la gran cita de febrero, la ida de los octavos de la Liga de Campeones. Una cita con el Milan que hace unas semanas se veía asequible y que ahora se mira con más recelo por el bajón del equipo. Justo después vendrá el verdadero derbi madrileño, que los rojiblancos querrán hacer muy distinto al de ayer. Volverán a estar los de siempre, el once que todos saben de carrerilla. Simeone espera que este bache sólo sea eso.

De ayer había pocas conclusiones positivas que rescatar por lo experimental y circunstancial de la alineación. Diego volvió a durar sólo medio partido sobre el campo y se enfría su llegada después de marcar el día de su regreso al Calderón. La vuelta de Copa nunca fue el campo de minas que le gusta al Atlético, no había fuerzas, jugadores ni intención de ello. El Cholo pensó en lo que le queda por delante y sólo pudo dejar que pasaran los 90 minutos. «No salió nada de lo que imaginé», reconoció el técnico.