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El lado salvaje de Cristiano

El portugués ha acelerado en este final de curso: siete goles en sus últimos tres partidos de Liga y trece en los últimos ocho que ha disputado. «Se encuentra muy bien», dice Zidane.

Zidane, con el pulgar hacia arriba en el partido de ayer en Balaídos
Zidane, con el pulgar hacia arriba en el partido de ayer en Balaídoslarazon

El portugués ha acelerado en este final de curso: siete goles en sus últimos tres partidos de Liga y trece en los últimos ocho que ha disputado. «Se encuentra muy bien», dice Zidane.

Entre el 12 de marzo y el 29 de abril Cristiano Ronaldo no marcó ningún gol en Liga. Durante ese mes y medio jugó cuatro partidos, todos completos menos diez minutos, pero nada. También descansó en otro puñado de encuentros. Ha sido la estrategia de esta temporada. «Zidane ha hecho una gestión muy buena. Tenemos una gran plantilla y me ha guardado un poco más porque todo se decide en las últimas jornadas», dijo ayer «CR» tras el choque. Estaba dormido el «7» para acelerar en este tramo final. Para el despertar goleador que ha llevado al Real Madrid a colocarse a un punto de proclamarse campeón de Liga. «Pero falta un partido y aunque nos vale el empate, debemos ir a ganar. Tenemos que demostrar que somos mejores y queremos ser campeones», advierte el portugués.

Su rampa de lanzamiento fue Europa: en ese largo periodo sin marcar en Liga se jugaron los cuartos de final de la Champions contra al Bayern Múnich, a los que derribó con cinco goles. Después de eso apenas ha perdonado las últimas veces que ha aparecido. En las semifinales de la Champions le marcó tres al Atlético en la ida y dejó casi todo hecho, pese al pequeño sufrimiento de la vuelta, donde no marcó. En la Liga, al Valencia le endosó el 1-0, y el Real Madrid, aunque sufriendo, terminó imponiéndose por 2-1. Contra el Sevilla sumó dos dianas, una de ellas además en pleno apretón del conjunto de Sampaoli, y ayer añadió a su cuenta las dos primeras, ambas, curiosamente, con la zurda, pero ambos diferentes en su definición. La primera fue con un tiro seco, potente, pero colocado, desde el borde del área. Después cambió la fuerza por la maña, para resolver de forma sutil y con mucha colocación el perfecto pase de Isco. La pelota tocó en el poste antes de irse en busca de la red. Su único partido en blanco fue contra el Barcelona. Con el doblete de Vigo, alcanza los 24 tantos en la Liga. No le va a dar para ser Pichichi, pero está contribuyendo a acercar a su equipo a un doblete histórico.

Además de los goles, contra el Celta el delantero portugués fue mucho más. Perdió algún balón en zona peligrosa, pero también recuperó siete pelotas y se dio unas cuantas carreras en los espacios que dejaba el Celta en su defensa. Partió desde el costado izquierdo, pero se movió por toda la zona de ataque. Participó en las jugadas y en las paredes. «Cristiano se encuentra muy bien. Físicamente está fenomenal y lo ha demostrado. No por los goles que ha marcado, sino corriendo mucho y haciendo un gran esfuerzo defensivo. Sólo puedo estar contento», reconocía Zinedine Zidane con la sonrisa de siempre.

Curiosamente, el demoledor delantero perdonó la acción más fácil, con la derecha, lanzando fuera cuando estaba a pocos metros del portero Sergio Álvarez, pero todo se quedó en una anécdota. «Lo más difícil lo he hecho, que es abrir el marcador y hacer el segundo. No es un hábito fallar así, pero puede pasar, soy humano y también puedo equivocarme», dijo en los micrófonos de Movistar Partidazo. Después, fue sustituido en el minuto 83. A descansar para Málaga.