Real Madrid
El Madrid de Pepe
Tras el despiste de Alemania, los blancos mostraron su versión más sólida, atenta y comprometida en Mánchester. El portugués brilló atrás y pudo marcar el gol del triunfo
Tras el despiste de Alemania, los blancos mostraron su versión más sólida, atenta y comprometida en Mánchester. El portugués brilló atrás y pudo marcar el gol del triunfo
En la ida de cuartos de final, el Wolfsburgo había marcado dos goles antes de la media hora de juego. Ayer, el City no pudo en ningún momento probar de verdad si Keylor Navas tenía o no un día inspirado. Mientras pelea por los dos títulos que todavía tiene a su alcance, Zidane va intentando moldear el Real Madrid que desea y trata de que ya se empiece a notar su mano. Zizou quiere que uno de los trajes que pueda vestir su equipo sea el que se vio ayer en el Ettihad y que de alguna forma es parecido al de la última victoria en casa en Liga ante el Villarreal y a la del Camp Nou hace unas semanas. El francés intenta dibujar un Real Madrid más intenso en defensa, atento y concentrado. Muy junto sin balón y también sólido con la pelota, pero arriesgando y acelerando sólo en momentos concretos. «Es verdad que en la primera parte hemos defendido muy abajo, pero en la segunda hemos jugado más arriba, metido más presión y sobre todo tenido más el balón. Si lo tienes es difícil defender para el rival. Nos ha faltado el gol y todo está abierto para la vuelta. Intentaremos hacerlo bien como hoy. Es una semifinal de Champions, por eso no es fácil. Contento por el resultado y el trabajo de todos», explicaba Zidane, satisfecho con lo que había visto.
En este Madrid más de mono de trabajo, sobresalió Pepe, que tuvo que ir al límite y vio amarilla en una entrada a De Bruyne, pero que sostuvo el planteamiento visitante a base de carácter y contundencia. Se repartió bien los espacios con Ramos y cerró su buena actuación con un cruce para robar la pelota a Sterling, que lo siguiente que iba a hacer era quedarse solo ante el portero. Barrió Pepe ese balón como hizo Casemiro decenas de veces. Él cubre la espalda de los demás, algo a lo que le ayuda su inteligencia táctica. El Madrid esperó más al City en la primera parte y le complicó la vida en su propio campo tras el descanso. En los últimos veinte minutos perdieron músculo Fernando y Fernandinho y en dos jugadas Casemiro y Pepe pudieron sentenciar. El central culminó una actuación pletórica con un remate a dos metros, con poco tiempo para pensar y que se estrelló en el enorme pecho de Hart.
Como el City fue más protagonista un tiempo y el Madrid después, no se pusieron de acuerdo los técnicos a la hora del análisis. «El Madrid vino a buscar un resultado, el empate a cero. Nosotros tuvimos más intención. Es lógico que en la ida pudieran ser más especulativos», decía Pellegrini, satisfecho con no haber encajado gol y convencido de la capacidad de los suyos para imponerse en el Bernabéu: «No iremos a empatar, ya hemos tenido resultados positivos en Kiev y Sevilla, por ejemplo», añadía. «Nunca salimos a empatar», respondía Zidane a su colega: «Hubiera estado bien marcar, pero sigue siendo un buen resultado fuera de casa. Antes del encuentro, la eliminatoria estaba al 50 por ciento y ahora sigue igual. Tenemos la ventaja de jugar en casa y sabemos lo que podemos hacer ahí, aunque debemos tener cuidado». El francés planteó la vuelta ante el Wolfsburgo pidiendo paciencia y tranquilidad para marcar tres goles. La final está ahora sólo a uno.
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