Atlético de Madrid
El mejor Griezmann, para soñar
El francés acostumbra a subir sus números en la segunda parte de la temporada. Sus siete goles en los últimos dos partidos son la muestra. Con su estrella a este nivel, el Atlético se siente capaz de ir a por la Liga.
El francés acostumbra a subir sus números en la segunda parte de la temporada. Sus siete goles en los últimos dos partidos son la muestra. Con su estrella a este nivel, el Atlético se siente capaz de ir a por la Liga.
Siete goles ha marcado Antoine Griezmann en los dos últimos partidos, contra el Sevilla y el Leganés, y ya sólo le queda uno para igualar la marca del año pasado en Liga. «Que no se acostumbren a que meta cuatro goles todos los días», advertía el francés después del partido contra el Lega. Tras un comienzo de temporada complicado por sus «amenazas» de marcha durante el verano y por la falta de gol, Griezmann ha alcanzado su mejor momento desde la inscripción de Diego Costa en enero. «Diego me da más libertad. Puedo hacer lo que me gusta, ir a la banda, por ejemplo, y tengo una referencia arriba. Es él el que choca con los defensores y yo estoy al rebote», dice con una sonrisa.
Desde la aparición del internacional español, Griezmann ha marcado diez goles en nueve partidos de Liga, aunque las cifras se disparan en los últimos partidos si se añaden los de la Liga Europa y de la Copa del Rey. Y es que el francés acostumbra a mejorar la puntería cuando se acerca el final de temporada. El curso pasado, el más flojo desde que viste la camiseta rojiblanca, marcó cuatro de sus dieciséis goles en los últimos doce partidos. En las dos anteriores había marcado nueve y ocho respectivamente en esos doce partidos finales.
Su mejor temporada fue la 2015/16, cuando fue finalista de la Liga de Campeones con el Atlético y de la Eurocopa con Francia, en la que fue máximo goleador y también mejor jugador. Ésa es la referencia que se fija este año el «7» del Atlético. «He tenido mejores partidos, mejores días», decía después de marcar cuatro goles al Leganés. «Y ojalá pueda hacer el mismo año que en la Eurocopa. Estaba disfrutando como disfruto ahora», reconoce.
Griezmann ha cogido impulso con la llegada de Diego Costa y, con él, su equipo, que sólo ha perdido dos puntos, contra el Girona en la jornada previa a la vuelta de la eliminatoria de Copa contra el Sevilla. Y ahí también marcó Griezmann, que fue sustituido a falta de 20 minutos cuando su equipo todavía ganaba. El francés vuelve a ser el mismo de los últimos años, la referencia para todos sus compañeros. «Dentro de la cancha se le ve como desde fuera, magnífico. Es un jugador que hace todo bien», asegura José María Giménez. El uruguayo cree que no ha cambiado nada desde el comienzo de temporada, nada más que la puntería de Griezmann y del resto del equipo.
Pero ha cambiado mucho más, especialmente su relación con la grada, que no le perdona la falta de fidelidad que demostró en verano. El «7» tampoco perdona los pitos, como demostró contra el Valencia al mandar callar al estadio. Los goles y el esfuerzo de Simeone por reconciliarlo con la grada permitieron que el miércoles se marchara aplaudido del Metropolitano cuando fue sustituido por Gameiro. «Desde que habló el Cholo en rueda de prensa la gente lo ha seguido y eso es importante. No es fácil jugar con el murmullo de la grada», reconoce. Pero el murmullo se apaga y quedan los gritos de gol, aunque el público vive pendiente de su posible marcha al Barcelona la próxima temporada. «Estoy muy concentrado en hacer algo grande con mi club y con mi selección. No quiero pensar más allá», dice. Mientras, seguirá marcando goles –el miércoles superó los cien como rojiblanco–para enganchar al Atlético al campeonato. «Es un jugador extraordinario», dice Simeone, «y el equipo lo acompaña». Juntos quieren llegar a la Liga, que ahora está sólo a cinco puntos.
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