Champions League
El momento de Torres
Dice Simeone que no es partidario de entrenar los penaltis en los entrenamientos «con los árboles detrás». «No juega lo emocional, tampoco hay cansancio», dice. Y todo eso estaba en el primer penalti, que falló Raúl García. Falló Koke también el cuarto y al Atlético se le derrumbaban las columnas de seguridad. Pero los momentos de tensión son también los elegidos para el nacimiento de los héroes. Cuando aún no se habían cumplido los 25 minutos y Oblak tuvo que sustituir a Moyá por lesión, los aficionados más optimistas recordaban la aparición de De Gea en Oporto, en circunstancias parecidas. Oblak salió frío y sin la confianza de sus compañeros, que preferían regalar la pelota al Bayer antes que jugar con su portero, como hizo Miranda, o hacer una chilena en medio campo sin que nadie le molestara, como Giménez. «El fútbol es maravilloso. Fue muy criticado en Grecia y hoy le tocó salir en un partido muy duro. Su tranquilidad fue determinante para parar un penalti decisivo en la serie», comentó Simeone.
Pero el momento que esperaban los aficionados llegó en el quinto lanzamiento. Con la tanda igualada, Fernando Torres hizo su trabajo y esperó a que Kiessling fallara su lanzamiento para que el Atlético se clasificara. Torres había venido para esto, para llevar al Atlético al lugar donde esperan los grandes de Europa. «Estoy feliz por todo, por la afición, por el esfuerzo del equipo... Tenía ganas de vivir una noche así en el Calderón», confesó tras el partido.
Pero su momento de gloria estuvo a punto de no llegar. Con el cambio de Oblak por Moyá por obligación y el de Raúl García por Cani en el descanso para cambiar de hombres y de idea, al Atlético sólo le quedaba el último cambio. Al Cholo, el cuerpo le pedía meter a Gabi en el campo, pero lo que le pedía Mandzukic era que no hiciera el cambio porque no iba a ser capaz de aguantar todo el partido. Y quedaba más de media hora. Gabi, ya sin la sudadera, estaba preparado en la banda junto al cuarto árbitro para entrar cuando Simeone le mandó al banquillo de nuevo. Era el momento de Torres. Simeone aguantó la sustitución a la espera de un gol que tomara la decisión por él. Quedaban cinco minutos para el final de los 90 y toda la prórroga. Ahora, después del gol de Torres, los atléticos vuelven a tener toda la vida por delante. Una vida junto al Cholo, que renovará pronto. «En los próximos días los atléticos se van a poner muy contentos», dijo ayer su hermana y representante. «No hay nada cerrado», dice él.
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