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El mundo del deporte, con Cataluña

El Camp Nou vivió un emocionante minuto de silencio antes del partido entre Barça y Betis, como se hizo en todos los campos del fútbol español en memoria de las víctimas del atentado de Barcelona

El mundo del deporte, con Cataluña
El mundo del deporte, con Cataluñalarazon

Se guardó un minuto de silencio en el Camp Nou que resonó en todo el mundo. Detrás de la camiseta de Messi no ponía Messi, se leía Barcelona.

Antes del partido de ayer en el Camp Nou, en Twitter, los Mossos pedían a los aficionados que llegasen con tiempo al estadio, que no llevasen bolsas grandes y que fueran pacientes para aguantar las colas, que iban a ser más largas que de costumbre. Las más de 60.000 personas que fueron al Camp Nou no pusieron ni una pega a las identificaciones ni a las esperas ni a nada. Está Barcelona compungida y con ganas de abrazos no de quejas.

Se guardó un minuto de silencio en el Camp Nou que resonó en todo el mundo. Detrás de la camiseta de Messi no ponía Messi, se leía Barcelona, como en la de Jordi Alba, como en la del resto de futbolistas de Valverde, mientras en el palco había 14 sitios vacíos, de los que ya no están, a los que se les debe, ayer, hoy y siempre, continuar con la vida, con los partidos de Liga, con las alegrías y las frustraciones, tan leves que provoca el fútbol.

Se jugó la Liga, se compitió en otros deportes y en todos se guardó un minuto de silencio como el del Camp Nou, mirando al suelo o al cielo, guardando respeto, intentando dominar la emoción o la pena. Y después se compitió y se jugó como se jugó antes, como se disputarán los encuentros del próximo fin de semana. Los futbolistas jugaron y los aficionados fueron al Camp Nou, como al día siguiente volvieron al restaurante a pagar lo que debían tras salir corriendo por el atentado. El fútbol y el deporte, a veces tan pesados, tan repetidos en las noticias que a veces cansan y que no son más que una rutina. Eso que tanto se echó de menos estos días.

El emocionado gol de Bartra

La pasada temporada Bartra vivió un ataque, no terrorista, pero sí de una bomba que pusieron en el autobús del Dortmund. El sábado, Bartra quería gritar, quería expresar su rabia. Él sabe que vive una segunda vida, que los muertos de Barcelona no van a tener esa oportunidad. Es un defensa con clase, que dentro del área rival decidió como los grandes delanteros: con el interior del pie, buscando la rosca hacia la escuadra contraria. Un golazo, un detalle técnico que no se suele ver en los jugadores que se dedican más a defender que a atacar. Pero Bartra sacó la chistera, hizo el tanto para su equipo y después se liberó de toda la rabia, de su tristeza, de su dolor por Barcelona. A veces, estar lejos de los sitios hace que la pena sea mayor.

Se quitó el brazalete negro corrió, lo besó y dirigió los dedos al cielo. «De tot cor, va per tu Barcelona i Cambrils! No tenim por! Va para TODOS vosotros! No tenemos miedo!», escribió después el ex futbolista del Barcelona en Twitter.

El brazalete negro lo llevaron todos los deportistas españoles que han competido en estos días después de los atentados. Todos han querido mostrar su pena por lo sucedido, su repudio a los atentados y su pésame a las víctimas de los atentados de Barcelona. El deporte y los deportistas, como suele ocurrir siempre que se lo piden, respondieron con solidaridad al dolor y a la tristeza.

Un solitario minuto de silencio

Fernando Álvarez, nadador del Club Natación Cádiz, ofreció una de las imágenes de la jornada en el Mundial Master de natación que se disputa en Budapest, al guardar un minuto de silencio en el poyete de la piscina y no lanzarse al agua con el pistoletazo de salida de su prueba, después de que la Federación Internacional se negase a homenajear a las víctimas.