Fórmula 1
El secreto de los seis títulos mundiales de Lewis Hamilton en Fórmula 1
Debutó en la Fórmula 1 a finales de 2006 en unos gélidos entrenamientos libres celebrados en el circuito de Silverstone a los mandos de un McLaren. Al otro lado del box estaba el español Pedro de la Rosa, piloto de pruebas de la escudería inglesa y clara referencia del equipo ese día de test a la espera de que el flamante fichaje de aquel año, Fernando Alonso, por fin pudiera subirse al monoplaza plateado. Al final de la jornada De la Rosa observó la telemetría de Hamilton y casi no podía creer lo que veía. Aquel joven piloto sin apenas experiencia en un F-1 había calcado a los mejores como un martillo.
Fue la primera señal de alarma de que aquel piloto no era uno más. Meses después todo se confirmó. La historia es ya bien sabida porque trajo de cabeza a medio paddock de la F-1, desde su mentor, Ron Dennis, hasta Fernando Alonso, cuya decisión de marcharse de McLaren influyó negativamente en su trayectoria deportiva posterior. Hoy, doce años después, Lewis Hamilton ostenta seis títulos y eso lo convierte en el segundo mejor de la historia sólo por detrás de Michael Schumacher, que tiene siete. Pero ¿qué hace especial a este piloto? Quienes lo conocen desde las categorías inferiores de karting y monoplazas destacan su firmeza y carácter competitivo dentro y fuera de la pista. Su espíritu ganador te pasa por encima, te envuelve de tal manera que enloquece a cualquier rival. Todos sus compañeros, salvo Alonso, han sido batidos e incluso Rosberg optó por la retirada después de arrebatarle el título.
Un día después de ganar no estaba dispuesto a continuar con aquella presión. Le fichó McLaren cuando apenas tenía 11 años y uno después de su debut en F-1 se proclamó campeón del mundo. Todo iba bien en su carrera deportiva. Ganaba dinero, era fiel a sus mentores, pero su entorno y él mismo vieron que algo empezaba a ir mal en su escudería. Luchas accionariales y una crisis que amenazaba el poderío de la estructura de Woking. Entonces dio la gran sorpresa y decidió fichar por Mercedes aprovechando la retirada de Michael Schumacher. Para eso antes debió tomar decisiones «duras» como apartar a su padre de la gestión de sus intereses y contratar a una de las mejores agencias de deportistas. Lewis, o su gente, conocen bien ese «submundo» de la F-1 que «huele» los problemas, los aciertos y cuándo debe cambiar de aires o permanecer en el mismo sitio.
Su apuesta por Mercedes le costó críticas, pero hoy ya firma cinco títulos con la marca de la estrella. Renovó hace un año y ahora aguarda para conocer la evolución del nuevo reglamento de 2021. Él tiene contrato hasta final de 2020 y será en ese tiempo cuando decida seguir en Mercedes o volar a otro lugar que él crea que puede ser mejor para adaptarse a la nueva normativa y volver a estar en el lugar adecuado. Pocos pilotos hacen así los contratos pensando en cuestiones deportivas. Y mucho más cuando lleva varias temporadas ganando más de 45 millones de euros, o lo que es lo mismo, más de 100.000 euros diarios. Hamilton abarca muchas áreas y controla todo lo que puede ayudarle, pero también perjudicarle. Por eso es parte importante a la hora de elegir a sus compañeros de equipo. Que Bottas siga es, en cierta medida, decisión suya. El compañero perfecto para sumar puntos, pero no para restarle a él. Ni en los malos momentos de Mercedes quiso tomar decisiones «en caliente». Su conocimiento de este deporte siempre le hizo pensar con mucha perspectiva.
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