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El show de Bolt

Es la única gran estrella de los campeonatos y el antídoto para la plaga de bajas por dopaje y lesiones

Usain Bolt
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Usain Bolt es la única estrella global de los Mundiales de atletismo que arrancan hoy en Moscú y lo sabe. El jamaicano llegó a la capital rusa a principios de semana para calentar los campeonatos y venderse, como si le hiciera falta. Además de tomar contacto con la pista del estadio Luzhniki, de la que hablan maravillas, ha participado en actos promocionales e incluso ofreció un concierto después de haber superado el control antidopaje que recibió a la expedición jamaicana nada más aterrizar en Rusia. Y es que los campeonatos llegan marcados por los tramposos, las sanciones masivas a Rusia y Turquía, y las ausencias por lesiones entre las que destaca la de David Rudisha, el campeón olímpico de 800 y protagonista de la mejor carrera de los pasados Juegos Olímpicos.

En Moscú el gran enemigo de Bolt va a ser el propio plusmarquista mundial de 100 y 200. Blake, campeón hace dos años gracias a una salida nula de su compatriota, está lesionado. Luego está la lista de caídos por dopaje: Tyson Gay y Asafa Powell dejan vía libre para el paseo en la recta de Bolt. Sólo el estadounidense Gatlin y el también jamaicano Nesta Carter parecen capaces de aguantarle media carrera. La gran motivación de Bolt está lejos de amenazar sus récords mundiales (9.58 y 19.19) y se centra en igualar las diez medallas mundialistas de Carl Lewis.

El único atleta que podría disputar el reinado de Bolt es el británico Mo Farah. La evidencia de la dimensión del británico es que después de los campeonatos disputará con el jamaicano una carrera benéfica de 600 metros. Farah, doble campeón olímpico en 5.000 y 10.000, se estrena hoy en la final de los diez kilómetros con la intención de volver a ser la pesadilla de los africanos.

Lejos de los focos aparece la expedición española, que llega a Moscú en crisis, aunque la versión oficial es que los Mundiales se afrontan con la mirada puesta en los Juegos de Río. Con 40 atletas, sólo 10 mujeres, y 19 debutantes, las ambiciones se reducen «a conseguir siete u ocho finalistas, que sería un resultado estupendo. Lograr diez sería excelente y mucho más que excelente si ya consiguiéramos ganar alguna medalla», dice Ramón Cid, el director técnico que ha realizado su particular quiniela a falta de la que habitualmente realizaba el presidente Odriozola.

Las esperanzas de podio se centran en longitud con Eusebio Cáceres. El campeón de Europa sub'23 con un salto de 8,37, que es la tercera mejor marca del año, tiene en sus piernas una medalla y si mejorase su marca podría soñar con todo. Más allá de que se traten de los undécimos Mundiales para Jesús Ángel García Bragado, que debutó hace 20 años en Stuttgart, aparecen Miguel Ángel López, quinto en los 20 kilómetros marcha en Londres; Natalia Rodríguez, la única española en 1.500 y Ruth Beitia, que para tocar podio en altura necesitaría acercarse por primera vez esta temporada a los dos metros. Sería el modo de mejorar los flojos resultados logrados en Daegu hace dos años.

Madrid busca votos

La candidatura de Madrid 2020 también está en los Mundiales. El presidente del COE, Alejandro Blanco, y la alcaldesa de la capital, Ana Botella, están en Moscú cuando resta menos de un mes para la elección de la sede olímpica. «Vamos a seguir trabajando hasta el último día», aseguró la alcaldesa después de entrevistarse con Alexander Zhukov, presidente del Comité Olímpico ruso.