Atlético de Madrid
El Valencia era el rival
«Nuestros rivales son el Sevilla y el Valencia», repite Simeone desde el comienzo de la temporada. El Cholo renunciaba, aunque sin demasiada convicción, a la defensa del título y se centraba en la pelea por librarse de la eliminatoria previa de la Liga de Campeones. Parecía sólo un disfraz, una manera de escapar de la atención del público y los medios, demasiado pendientes siempre del Real Madrid y el Barcelona, para sorprenderlos, como hizo la temporada pasada.
Pero a falta de diez jornadas, el Atlético está cuarto, un punto por detrás del Valencia y tiene el «golaverage» perdido después de una dolorosa derrota en Mestalla y un empate en el Calderón. El Valencia de Nuno, además, es el mejor equipo del campeonato en su campo. Ha ganado los mismos partidos que el Atlético en casa, doce, pero ha jugado uno menos. Ha empatado uno y ha perdido otro, por dos empates y una derrota de los rojiblancos.
El equipo de Simeone paga su mala racha después de la goleada ante el Real Madrid. Ha ganado sólo dos partidos de seis, ha empatado tres y ha perdido uno. Los valencianistas han ganado todo menos el partido que jugaron en el Vicente Calderón, en el que el empate les sirvió para salvar el «golaverage».
El Atlético ya vivió una situación parecida la temporada pasada, cuando enlazó derrotas contra Osasuna y Almería que complicaron su situación, aunque al final no le impidieron ganar la Liga en el Camp Nou en el último partido. El regreso de Koke y su precisión en las jugadas a balón parado y la clasificación para los cuartos de final de la Liga de Campeones empiezan a devolver la confianza a los rojiblancos.
Koke, de baja desde el derbi contra el Real Madrid, regresó al once inicial en la vuelta de la Liga de Campeones contra el Leverkusen y el sábado estuvo en el origen de los dos goles ante el Getafe. Y si juega Koke, juega el Atlético.