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El Valencia se despide a lo grande

Los jugadores del Valencia, Domenech (d) Mouctar Diakhaby (c) y Ruben Vezo (i) tras finalizar el encuentro contra el Manchester. Foto: Efe
Los jugadores del Valencia, Domenech (d) Mouctar Diakhaby (c) y Ruben Vezo (i) tras finalizar el encuentro contra el Manchester. Foto: Efelarazon

Despedida del Valencia por la puerta grande. El equipo de Marcelino se marcó el mejor partido de la Champions, minimizó al Manchester United de Mourinho, y se fue a La Liga Europa lamiéndose las heridas de su empate en Suiza ante el Young Boys. El equipo inglés es segundo de grupo después de haberse dejado cinco puntos frente a los valencianistas.

Así es esta competición. Un descuido, una mala tarde, un error puntual te manda a la calle en un segundo.

Y eso le ha ocurrido al Valencia en la competición, al margen de que el equipo de Marcelino ha sido muy irregular desde que comenzó la temporada allá por el mes de agosto ante el Atlético. La falta de gol, las lesiones, las prestaciones de algunos jugadores le han hecho irreconocible pese a los esfuerzos del técnico asturiano.

Mourinho y su tropa se presentaba con los deberes hechos. La clasificación asegurada y pensando que la Juventus no iba a fallar. Y ese plus de confianza hizo que entrara en el partido sin la tensión necesaria. Además, el United no es un bloque que elabora mucho el juego. Sus centrocampistas–Pogba, incluido- trabajan más el músculo que las ideas claras y concisas–, busca las transiciones con mucha rapidez y por eso cuando Carlos Soler, tras una buena jugada de ataque, batió al argentino Romero –De Gea se quedó en el banquillo– el partido se inclinó del lado valenciano.

Quiso el Manchester dar respuesta con la pelota como herramienta. No es sus estilo y el Valencia no se agobió. Tranquilo, con Parejo y Kondogbia a los mandos, con Batshuayi con más ganas que nunca y con un Soler entonado, nunca se achicó. Al revés, buscó a Romero al que encontró, de nuevo, en la segunda parte con un tanto de Jones en propia meta. El central despejó ante la presencia de Batshuayi y el balón se fue a la red.

Un autogol que motivó a los de Mourinho –además la Juve perdía–, pero que no dio resultado. Al equipo le falta calidad, toque y precisión. Mata volvió a casa y no estuvo mal. Pudo marcar al final cuando ya Rashford, todo velocidad y un cuchillo para romper defensas, batió a Jaume. El tramo final fue un acoso del United ante un Valencia que se fue con la cabeza muy alta.