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El Atlético pierde la fe y empata con el Celta (0-0)

El jugador del Atlético de Madrid, Renan Lodi disputa el balón con el jugador del Celta de Vigo Santiago Mina/Efe
El jugador del Atlético de Madrid, Renan Lodi disputa el balón con el jugador del Celta de Vigo Santiago Mina/Efelarazon

“Saca a Vitolo, Simeone”, grita un aficionado a punto de expulsar las amígdalas por la boca. Hay futbolistas que se convierten en una obsesión. Para el público y para su entrenador. Porque uno no lo quiere y el otro lo pone siempre. Y al revés. Es el de caso de Correa y Vitolo.

El canario cumple cada que vez que juega, da valor al equipo, que mejora con su presencia. Ha encontrado la seguridad que le faltaba en sus primeros tiempos como rojiblanco. Sabe lo que tiene que hacer y lo que necesita el equipo de él.

El argentino es siempre la primera opción para entrar desde el banquillo. O para jugar desde el inicio, como le sucedió ante el Celta. Pero no encuentra la tranquilidad necesaria para jugar, se precipita y pierde la pelota. Pero Simeone confía en él.

El público pitó a Correa y aplaudió a Vitolo cuando Simeone decidió intercambiarlos. No es nada personal, aunque puede acabar siéndolo para algunos. El argentino es el síntoma del Atlético que ha dejado de funcionar. Ya no camina con la seguridad que mostraba en la pretemporada, cuando arrasó al Madrid en un 7-3 que muchos no olvidarán aunque no sirviera para ganar un título.

Joao Félix parece que debería ser la solución a todos los problemas. La pelota siempre sale mejorada de los pies del portugués, pero no es suficiente. A Diego Costa sigue costándole marcar lo mismo que la temporada pasada y si el portero que tiene enfrente está tan acertado como Rubén Blanco, a sus compañeros les cuesta ayudarle a encontrar el gol.

El Celta tiene menos problemas en el manejo de la pelota. La presencia de Rafinha y Denis Suárez le da muchas salidas en el centro del campo, pero le cuesta llegar arriba. Tanto que se hicieron casi intrascendentes Iago Aspas y Santi Mina en ataque. Pero fue una jugada entre Mina y Brais Méndez, el sustituto de Denis, la que estuvo más cerca del gol del Celta. Oblak reaccionó a tiempo, tapando el poco espacio que tenía el jugador del Celta para el disparo.

Más tuvo que aplicarse Rubén Blanco, efectivo en los despejes, aunque los disparos casi siempre le llegaban desde lejos.

La defensa del Celta no dejaba que el Atlético se acercara mucho. Los rojiblancos no parecen haber digerido bien el parón de selecciones. Tres partidos han jugado, con dos empates y una derrota, dos goles a favor y cuatro en contra. El Atlético parece haber perdido la fe en sí mismo.