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Fútbol
Enfado en Brasil por el posible uniforme rojo comunista de su selección: "Es un crimen"
Muchos aficionados piden que la Federación Brasileña cambie de idea

Una nueva controversia sacude a la selección brasileña de fútbol, esta vez no por cuestiones deportivas, sino por el color de su camiseta. La posibilidad de que la "Canarinha" utilice un uniforme rojo como equipación alternativa en el Mundial de 2026 ha generado una tormenta mediática y política en el país sudamericano.
El revuelo comenzó tras una filtración del portal especializado Footy Headlines, que adelantó que Brasil volvería a vestir de rojo —con detalles en negro— por primera vez en más de un siglo. Según la publicación, el nuevo uniforme suplente reemplazaría al tradicional azul y blanco y sería lanzado al público en marzo de 2026, antes del torneo que se celebrará en Canadá, Estados Unidos y México.
La información fue posteriormente confirmada por el grupo Globo, uno de los principales conglomerados mediáticos de Brasil. Sin embargo, la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) salió al paso y aclaró que las imágenes difundidas “no son oficiales” y que ni la institución ni la marca patrocinadora han divulgado detalles formales sobre la nueva indumentaria.
Aun así, la polémica ya estaba desatada. Varios sectores políticos, en especial figuras del bolsonarismo, reaccionaron con indignación ante la posibilidad de ver a la selección nacional vistiendo de rojo, color que en Brasil es estrechamente asociado al Partido de los Trabajadores (PT), que lidera el actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
El diputado bolsonarista Zé Trovão llegó a presentar un proyecto de ley que exigiría el uso exclusivo de los colores de la bandera nacional —verde, amarillo, azul y blanco— en todas las representaciones oficiales del país, incluidas las deportivas. “¡Ni nuestra bandera, ni nuestros uniformes, ni un carajo de nuestro país será rojo!”, exclamó en sus redes sociales. Por su parte, el senador Flávio Bolsonaro, hijo del expresidente Jair Bolsonaro, también manifestó su rechazo a la supuesta camiseta.
La controversia ha reavivado la profunda polarización política en Brasil. Para muchos simpatizantes de la derecha, los colores verde y amarillo representan una identidad nacional que sienten amenazada por cualquier asociación con el rojo, un color que se ha convertido en símbolo del ala izquierda del espectro político.
No obstante, los estatutos actuales de la CBF establecen que los uniformes de la selección deben utilizar los colores de la bandera nacional, lo que técnicamente impediría el uso del rojo salvo que se realice una modificación estatutaria o se trate de una edición especial conmemorativa, como ocurrió en otras ocasiones.
Mientras tanto, los aficionados esperan con expectación —y algunos con preocupación— conocer la versión definitiva del uniforme que lucirán figuras como Vinícius Júnior o Neymar en la próxima Copa del Mundo. Más allá del diseño, la camiseta se ha convertido en un nuevo campo de batalla simbólico en la política brasileña.
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