Fernando Alonso volvió a dejar huella en la Fórmula 1 con otra actuación sólida en el Gran Premio de Canadá. El piloto asturiano, siempre competitivo y desafiante, partió desde la séptima posición y terminó en la misma plaza, un resultado que, aunque pueda parecer discreto a simple vista, fue una auténtica hazaña dadas las condiciones de carrera, la presión estratégica y el ritmo del monoplaza en comparación con sus principales rivales.

Con este resultado, Alonso encadena dos fines de semana consecutivos en los puntos, tras su actuación en el Gran Premio de España. Son señales claras de que el Aston Martin ha experimentado cierta mejora, sobre todo en las clasificaciones de los sábados, donde ha logrado meterse entre los diez primeros con regularidad. Sin embargo, los domingos siguen siendo un reto. El ritmo de carrera aún no está al nivel necesario para pelear con equipos como Red Bull, Ferrari o McLaren.

Durante la prueba en Montreal, se vivió uno de los momentos más curiosos de la jornada cuando, en plena lucha por recuperar terreno tras su paso por boxes, Fernando recibió por radio un mensaje de su ingeniero de pista, Andrew Wizard. “Trata de ser algo más sutil en las curvas 3 y 8”, fue la indicación que llegó desde el muro. Alonso, lejos de recibirlo de forma pasiva, respondió con contundencia: “Estoy corriendo, esto no es un entrenamiento”. Su frase, tan directa como reveladora, refleja perfectamente la mentalidad de un piloto que vive cada vuelta como una batalla por mejorar, sin espacio para la contemplación.

A pesar de no contar con un monoplaza capaz de competir por las posiciones delanteras, Alonso cruzó la meta en séptimo lugar gracias a su regularidad y también a un inesperado incidente entre los dos McLaren. Lando Norris y Oscar Piastri protagonizaron un choque en las últimas vueltas, lo que facilitó que el piloto de Aston Martin consolidara su posición en zona de puntos sin mayores amenazas.

Con los ocho puntos sumados hasta ahora, Fernando asciende a la decimosexta posición del campeonato del mundo. Aunque el inicio de temporada no fue el deseado, y el coche ha estado lejos del rendimiento mostrado en 2023, el asturiano sigue demostrando que su ambición está intacta. Poco a poco, se va acercando a su compañero de equipo, Lance Stroll, lo que podría generar una interesante dinámica interna en Aston Martin de cara a la segunda mitad del campeonato.

Tras la carrera, Alonso valoró positivamente el esfuerzo del equipo, aunque reconoció que aún queda mucho trabajo por delante. Se mostró curioso por lo que puedan ofrecer las próximas carreras, especialmente en Silverstone, donde Aston Martin corre en casa y espera introducir nuevas piezas en el coche. El trazado británico podría marcar un punto de inflexión para una escudería que sigue luchando por consolidarse entre los mejores de la parrilla.

Mientras tanto, Fernando sigue haciendo gala de su carácter competitivo, su experiencia y su capacidad para sacar el máximo de cada situación. Como dejó claro con su ya célebre respuesta por radio, en su mente no hay espacio para relajarse: esto no es un entrenamiento.