Selección
España - Escocia. Morata acerca a la Roja a la Eurocopa
El capitán abrió el camino con un golazo de cabeza. Bryan Zaragoza cambió el partido con su descaro y Sancet completó la victoria en su debut
El fútbol a veces es más sencillo de lo que parece. Un lateral o un extremo que centra desde un costado y un delantero que remata de cabeza. Gol. Aunque para eso hay que tener un lateral como Jesús Navas, con un desborde que no se enseña en las academias, y un delantero como Morata, que está viviendo la temporada de su vida. Un golazo de cabeza que permitió a España sacarse del cuerpo el miedo que le entró con el gol anulado a Escocia. Una falta desde el lateral que McTominay lanzó directa a portería y que el árbitro anuló por fuera de juego de un escocés que molestaba a Unai Simón.
De ese gol nació el de España. Carvajal hizo un regate innecesario que no le salió y una falta más innecesaria aún de la que nació ese gol que acabó en susto. No tardó mucho De la Fuente en quitar al lateral del Real Madrid para hacer un sitio a Jesús Navas. Buscaba por la derecha lo mismo que había conseguido después del descanso con la izquierda con la entrada de Fran García y de Bryan Zaragoza en lugar de Balde y de Oyarzabal.
El lateral del Real Madrid se sentía cómodo con un futbolista por delante que le permitía recordar la pareja que formaba en el Rayo con Álvaro García. Y Bryan es Bryan. El fútbol es más bonito con jugadores como él, capaces de saltarse lo que dice la norma para dar un poco de alegría a la vida. Velocidad, regate y mucha cara tiene el jugador del Granada. Incluso para elegir el número de su camiseta. No tuvo miedo para escoger el «10» que señala a los mejores y tampoco lo sintió sobre el césped. En el primer balón que tocó regateó a dos escoceses y disparó desde fuera del área. Bryan marcaba el camino para hacer de España un equipo menos previsible. Y De la Fuente buscó con Navas una salida por el otro costado que acabó en el gol de Morata.
España encontró la victoria por las bandas, por donde Ferran Torres también ofreció su mejor versión, la que asomaba cuando el City decidió sacarlo del Valencia. Cuando los futbolistas son capaces de decidir por sí mismos es más sencillo y a De la Fuente le gusta contar con futbolistas diferentes, que le permitan salir de la rutina para llegar al gol.
Aunque a la selección le costó llegar hasta ahí. Las estadísticas a veces se contradicen. Las de posesión, pases intentados y completados y jugadas de ataque anunciaban una goleada de España, pero el gol se le resistía a la Roja, incapaz de cambiar el cero de su marcador durante más de setenta minutos a pesar de los avisos que lanzó desde temprano. Desde que casi en la primera jugada de ataque a Ferran Torres se le fuera desviado el remate en el cara a cara con el portero escocés. La pelota se movía bien desde los pies de Rodri, pasando por Gavi, Morata y el delantero del Barcelona. Todo parecía sencillo, pero no lo era tanto.
Escocia se defendía con una línea de cinco y ota de cuatro por delante que a veces se convertía en dos de cuatro para que Dykes no comenzara tan sólo la presión arriba y a la selección le costaba penetrar en ese muro. Aunque España se iba acercando poco a poco.
Primero Merino mandó un balón al poste que desafió las leyes de la cinética porque golpeó por la cara interior del palo y salió escupido hacia fuera. Después a Morata le anularon un gol por fuera de juego. Quedaba el gol de verdad y para eso está el capitán, para resolver las dudas que generaba a España la falta de puntería. No es extraño que se fuera ovacionado cuando fue sustituido por Joselu. La vida es muy distinta ahora para el «7» de España, que hace dos era cuestionado en el mismo estadio de La Cartuja donde España jugaba como local la primera fase de la Eurocopa. Pero Morata sí respeta las estadísticas. Marca un gol cada dos partidos con la Roja. Aproximadamente. Y es difícil encontrar delanteros tan fiables cuando se han puesto la camiseta de la selección. Su gol despejó el horizonte para España e hizo comprender a Escocia que era muy complicado repetir lo que sucedió en la ida en Hampden Park, que sigue siendo la única derrota que ha sufrido De la Fuente como seleccionador.
Al técnico español le funcionaron los cambios. Joselu se encontró un balón que perdió el lateral izquierdo escocés por un resbalón y se lo dio a Sancet para que lo empujara, cayéndose y en medio de un barullo con un defensa y el portero escocés para marcar el segundo de España. No podía imaginar un estreno mejor el jugador del Athletic, que remató como un «9» aunque llevara el «2» en la camiseta. Pero los números no dicen nada. O sólo dicen lo que queremos que digan.
De momento dicen que la Eurocopa está más cerca. Una victoria en Noruega el domingo lleva a España directamente hasta Alemania el verano que viene. Un viaje impulsado por Morata.
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