Opinión

La España de De la Fuente y los incrédulos

Entre las novedades y el mucho trabajo que queda por hacer, mejor empezar ganando

El seleccionador nacional de fútbol, Luis de la Fuente
El seleccionador nacional de fútbol, Luis de la FuenteRFEFEuropa Press

La nueva etapa de la selección española con Luis de la Fuente a los mandos comenzó con una victoria contundente ante Noruega, aunque es cierto que hubo más goles que fútbol en La Rosaleda. Lo que también hubo muchos fueron cambios con respecto al equipo de Luis Enrique. Hubo novedades desde la convocatoria hasta el sistema de juego.

El cambio más significativo en cuanto a nombres sea probablemente la presencia en el once de Kepa, que apunta a portero titular con el nuevo entrenador. Nacho acompañando a Laporte en el centro de la zaga; Rodri, de vuelta al centro del campo y la presencia de Iago Aspas desde el inicio, con unos galones que no demostró sobre el campo, fueron las principales novedades junto al cambio de sistema. Del 4-3-3 de Lucho, el míster debutante recuperó el 4-2-3-1 que tanto éxito le dio a Vicente del Bosque. Se apuesta por un sólido doble pivote y un mediapunta jugando detrás del 9.

En cuanto a la intención de juego, se intuyen dos variantes a expensas de ver más continuidad en los próximos partidos empezando por el de Glasgow ante Escocia. Cuando la selección pudo correr, lo intentó, sin necesidad de ralentizar el juego para jugar en el mínimo espacio posible y aprovechando los espacios a la espalda de la defensa rival. La segunda, que se echaba mucho en falta, los tiros desde fuera del área. Parece que la orden de meterse con el balón hasta lo cocina ha desaparecido y ahora, cuando los contrarios estén encerrados en área propia, se probará al portero de turno desde lejos.

Pese a todo, el juego de España fue bastante ramplón, por momentos demasiado lento y poco imaginativo, una solución que sólo aportó Ceballos el último cuarto de hora dando más alegría al juego. Lo que no ha cambiado nada, al menos de momento, es lo poco que necesitan los rivales para hacernos daño.

Aunque Joselu hiciera de Haaland, dio la sensación de que con el temible delantero noruego en el campo otro gallo hubiera cantado. El margen de mejora del equipo es muy amplio y queda mucho trabajo por hacer, pero mejor empezar ganando con autoridad en la fase de clasificación para la Eurocopa y así poner distancia con los incrédulos.