Eurocopa

Albacete

España pide a Diego Costa

Diego Costa celebra uno de sus goles a Osasuna
Diego Costa celebra uno de sus goles a Osasunalarazon

«Simeone es nuestra mentalidad ganadora», dice Diego Costa. Pero para él es algo más, es el entrenador que ha confiado por fin en él para jugar en el Atléico después de pasarse la vida de mudanza en mudanza, de cesión en cesión porque no estaba en condiciones de competir con Agüero y Forlán, primero, y con Falcao, después. «No tiene techo», dice su entrenador de un jugador que hasta que llegó él parecía no tener fondo. Las condiciones que le adivinó Jesús García Pitarch cuando lo vio jugar en el Penafiel portugués parecían escondidas en esa barriga que crecía cada pretemporada hasta pedir a los fotógrafos que no le hicieran fotos de pie en la sala de prensa para disimular la gordura.

Celta, Albacete, Valladolid y Rayo fueron los equipos que lo disfrutaron mientras el Atlético decidía qué hacer con él. En todos ellos dio la sensación de ser un buen futbolista, pero en ninguno pensaron que algún día Brasil y España fueran a pelearse por él. Ahora está en condiciones de elegir y de aprovechar su mejor momento desde que es futbolista. La naturaleza le pide jugar con Brasil, que ya lo convocó para dos amistosos el pasado mes de marzo. Se estrenó contra Italia y Rusia, pero para dejar de ser elegible para España tendría que disputar algún partido oficial con Brasil. Diego, que tiene la doble nacionalidad, todavía es libre para elegir con cuál quiere competir. «Tienes que estar donde te quieran más. Se lo debo todo a España, aquí empecé y aquí he crecido», ha dicho el delantero del Atlético en una entrevista al canal BeIN Sport.

España, por si acaso, ya ha preguntado a la FIFA por la disponibilidad para convocarlo. Primero en una consulta informal y ahora por escrito. Y la respuesta ha sido afirmativa. El jugador está en condiciones de jugar el Mundial de Brasil con la camiseta de España. «Está en la lista de futuribles, está jugando muy bien», ha dicho el seleccionador Vicente del Bosque cuando se le ha preguntado por él.

Y ahora está jugando mejor y marcando más goles que nunca. Su mejor marca eran los 10 goles que marcó con el Rayo en 16 partidos. La temporada pasada igualó la estadística, aunque tuvo que jugar 31 encuentros. En este curso ha conseguido ya siete en seis jornadas. Sólo ha necesitado la marcha de Falcao y sentirse el delantero del equipo para ser el máximo goleador del campeonato, con los mismos goles que Messi. Villa le concede más espacios en el área, que Diego Costa aprovecha para marcar.

«Es un futbolista que sigue creciendo. Todo lo que tiene se lo ha ganado. Es un jugador ambicioso e inteligente y esperemos que siga creciendo», dice de él Simeone. Porque Diego Costa emigró a Portugal con 17 años para firmar por el Sporting de Braga, que también lo cedió al Penafiel, como después hizo el Atlético varias veces. Y, ya con los rojiblancos, tuvo que superar una lesión de ligamentos cruzados y de menisco. Fue después cuando llegó su cesión al Rayo, el encuentro con Sandoval, que le convenció de que había un sitio para él en la élite, y el comienzo de su despegue definitivo.

Este año, además, ha dado otro paso más. No ha visto todavía ninguna tarjeta amarilla. Doce fueron la pasada temporada y nueve en los 16 partidos que disputó con el Rayo. Ha aprendido a canalizar su agresividad. La temporada pasada llamó la atención por su juego y también por las peleas con los contrarios, especialmente con Sergio Ramos en los derbis contra el Real Madrid. Un enfrentamiento que se repite el sábado. Una buena prueba para medir la evolución del hispanobrasileño.