La amenaza

España-Inglaterra, la mujer que tira los penaltis más fuerte que los hombres

Chloe Kelly, delantera de Inglaterra en la final del Mundial femenino contra España, tira las penas máximas más fuertes que cualquier hombre

Chole Kelly, jugadora de la selección inglesa
Chole Kelly, jugadora de la selección inglesaAgencia EFE

Chloe Kelly alzó la pierna izquierda, como si fuera a saltar a la pata coja, después la posó en el suelo y comenzó la carrera hacia el punto de penalti. Cogió velocidad y golpeó con la pierna derecha hacia la derecha de la portería. El balón pasó como un obús por la escuadra y así Inglaterra ganaba a Nigeria y se plantaba en los cuartos de final del Mundial y después ya avanzó hasta la final contra España. Kelly ya metió el penalti que dio la Eurocopa a Inglaterra y también el penalti que dio la victoria a Inglaterra en la Finalissima, es nuevo torneo organizado entre Conmebol y UEFA, entre las campeonas de la Copa América y la Eurocopa y en el que Inglaterra ganó a Brasil.

En ninguna de esas ocasiones se midió la potencia del disparo como sí se ha hecho en este Mundial. Según el "Daily Mail", el disparo de Kelly alcanzó los 111 kilómetros por hora. Por poner un ejemplo: este año en la Premier, ningún hombre ha disparado con tanta potencia. En la competición inglesa se da un premio al disparo más fuerte y este curso se lo llevó Said Benrahma, del West Ham, cuyo gol alcanzó lo 107,2 kilómetros por hora, menos que Kelly en el Mundial de Australia. “Mi mentalidad es: 'Voy a marcar'; así es como lo veo, una vez que gano esa batalla mental, estamos bien”, decía después del partido, tras su trallazo. “Hemos estado practicando mucho (los penaltis) y ha funcionado”, continuaba acerca de su equipo. Ahora Inglaterra, que es favorita por obligación, por ser campeona de Europa, vuelve a asustar a todo el mundo. Sobre todo porque se maneja como nadie en los momentos de máxima tensión

Kelly sabe de eso. El gol de penalti que dio la Eurocopa a las inglesas cambió su vida. Y su imagen sin camiseta celebrando la victoria ya es icónica. Empezó a jugar al fútbol con sus hermanos, es la menor de siete y reconoce que nunca se lo pusieron fácil. Llegó a esa competición muy justa, apurando tras una lesión del ligamento cruzado anterior que le tuvo once meses de baja. “Fue duro, pero aprendes mucho sobre ti misma en esos momentos, y es una oportunidad para mejorar en el gimnasio y aprender sobre tu cuerpo: hasta dónde puedes empujar tu cuerpo”, contaba en una entrevista en la revista "Glamour".

La preparación física es fundamental para ella, pero también la salud mental. Ella practica meditación.”Cuando me disponía a lanzar el penalti en la Finalísima femenina de abril pensaba 'respira'. Mientras me acercaba, eso es todo lo que hice, respirar. Y sólo pensé: "Voy a marcar". Como con el obús contra Nigeria.